martes, 23 de febrero de 2010

Instrucciones para instruir

Instrucciones de UsoEl martes pasado fueron publicadas unas instrucciones que dejaban en evidencia lo que ya era evidente para todos: mi ausencia en el Manual. Aunque ya varios de mis compañeros habían retornado de las vacaciones que cada uno de forma anárquica e independiente se había dado, yo seguía en ellas. Vacaciones en las que pude organizar un poco mejor mi vida y llevarla al límite del caos (contradictorio, pero cierto). Ya por estos lares de nuevo, aprovechando la cantidad de horas a la semana que dedico a la acción de instruir, les traigo unas breves y ustedes juzgarán útiles o no, instrucciones:

1. El conocimiento importa: Cuando vaya a instruir, lo primero que debe hacer es saber qué es instruir. Uno aunque suene obvio, pero no es así porque no sucede lo mismo con otras acciones, no puede realizar ésta, sin saber previamente su significado. La RAE da cuatro significados para la acción. Esto es, si usted va a instruir debe elegir uno de ellos:

1.a. El primer significado encontrado es: "Enseñar, doctrinar". Significado más popular, el cual tal vez usted ya conocía. Por hoy escojamos este significado y dejemos los otros tres para un futuro cercano.

2. La motivación importa: Asumiendo, que bajo el ejemplo (una de las formas más comunes de aprendizaje) usted fue y buscó el significado de enseñar y el de doctrinar en algún diccionario (si lo hizo en la propia RAE, tal vez encontró un bucle infinito que ejemplifica la recursividad y por no dejarlo por fuera, el malvado sentido del humor de los señores de la RAE y su sinonimismo diabólico), y ahora sabe a qué se refiere la gente cuando dice instruir. Ahora podemos referirnos al segundo punto sin miedo de dejar al lector con lagunas. Así pues, en el momento de instruir debe saber que hay un instructor y un instruido, para los cuales debe existir una tensión motivante. Un lazo que los amarre y les permita tirar sin ser derribados. La metáfora ilustra el hecho claro que se da en la acción de instruir: alguien debe querer instruir y alguien debe querer ser instruido. Aunque alguno de los dos o ambos lo desconozcan. Dicho en otras palabras, debe conjugarse las ganas de instruir con las ganas de ser instruido para que una instrucción pueda ser impartida de un instructor a un instruido. Y si usted quiere aprender a instruir, debe aprender a encontrar ese momento justo donde se da esta situación. Claro, esto sólo lo podrá comprender cuando tenga ganas de ser instruido. Como es lógico.

3. Los medios elegidos importan: No basta con tener la motivación y el conocimiento, también se necesita encontrar el medio más apropiado para transmitir las instrucciones. Por ejemplo, no es posible transmitir instrucciones por escrito a una analfabeta o instrucciones verbales a un sordo (ejemplos básicos), o no es lo más adecuado, transmitir estas instrucciones por un blog, ya que no es la forma más eficiente para ser entendidas, ni mucho menos aplicadas (ejemplos complejos). No hay formas de evaluación, ni prácticas para desarrollar ni mucho menos retroalimentación. Tampoco es la forma más adecuada, instruir a alguien para nadar sin usar agua, instruir a alguien para bailar sin música, ni mucho menos instruir a alguien para instruir sin que instruya.

4. Es importante la práctica: Para instruir no basta con la teoría. Se debe pasar a la práctica y demostrar a través del empirismo que las leyes universales pueden ser realizadas por el instructor y por el instruido, que además una vez instruido en el arte de instruir pasa a ser instructor. Por eso, y dando razón al tercer punto de estas brevísimas instrucciones, para poder aprender a instruir se debe instruir. Es decir, para aprender a instruir (que supongo, fue la motivación que tuvo para terminar de leer este artículo) debe hacer una tarea que consiste en hacer caso a Penélope (la lectora que inspiró este artículo), y seguir sus instrucciones, en un comentario.

5 comentarios:

Macaco dijo...

Esto de intruir es complejo, más aún el ser instruido para instruir.... creo que en algún momento generaría un loop infinito.

kxi dijo...

esa es la idea, un delicioso loop infinito

Javier Chamorro dijo...

creo que ademas de querer instruir es lograr que quien se instruye logre realizar la actividad, esa es una muy buena forma de comprobar si la instruccion fue clara, es bueno leerte por aca kxi

Penélope Miranda dijo...

Dos grandes logros de un instructor es reconocer que puede -y acaso debe- ser instruido, y que el instruido llegue a ser instructor de sí mismo. Al menos eso me fue instruido en mi carrera de instructora, que parece que ha tomado un nuevo rumbo cibernético... Gracias por la mención. Un abrazo.

Anónimo dijo...

hola, aqui estou.
bueno, pero que fecha es esta? 23 de febrero y hoy que fecha es? 25 de abril.
dos meses y que mas hay por alli. no nos cansemos de escribir, asi sea poquito. ya nos acostumbramos y entonces? ok.
abrazos