Los Fabulosos Cadillacs - El Leon Vuelve a Colombia

Regresó. Cadillacs es una de esas bandas a las que al principio no les presté atención porque me pareció que no valía la pena hacerlo. Golpes recibí no solo de mis amigos al escucharme decir barbaridades, sino también de la música misma, cuando luego de unos buenos tragos, empezó a sonar el León. Fué la gracia para contar historias, combinada con la gracia para tocar música, lo que me revolvió el alma, lo que me hizo preguntarme qué estoy escuchando?... Pues sí, eran los Fabulosos, una bandota -literalmente pues tiene mas de 10 integrantes- que se robaba el corazón de quienes la escuchaban, un tren que arrasaba con todo lo que tenia a su paso.

Un muy buen amigo me presentó al ska, al menos en Argentina, como un heredero directo de los cánticos barristas que le regalaban las tribunas en los estadios de fútbol a sus equipos favoritos. Esto me pareció fantástico, pues era la forma perfecta de demostrar el porque del ánimo inacabable de esta música, y la energía que no nos suelta y nos hace permanecer toda la noche de pie. Eso es el reflejo de los Cadillacs, la conjunción de mucha energía, con estilización y delicia sonora, un conjunto de riquezas armónicas en una poderosa avalancha rítmica. En el rock tradicional, una agrupación esta conformada por 3, 4, máximo 5 integrantes. Porqué entonces estos son el doble, se preguntarán algunos. Resulta que esta banda, con inmensas raíces de ska, jazz, tango y cumbia -Esa que prolifera en Argentina, no nuestra Colombiana, sin ánimo de polemizar al respecto-, hace uso de varios vientos, una percusión alterna, y otras cosas, todo esto, además de los tradicionales guitarra, bajo, batería y voz.

El satánico doctor cádillac, marcó en mi una necesidad musical que tengo que suplir cada cierto tiempo. No puedo estar mas de un par de meses sin escuchar esa canción. Es como una droga. Y ahora que lo analizo detenidamente, son muchas las canciones que tengo en mi memoria auditiva inmediata, tan solo con leer su título. En Vasos Vacíos los acompañó la gigantesca Celia, Manuel Santillán se convirtió en un verdadero cuento junto a sus notas musicales y su Gitana no paró de bailar en toda la noche, solo hasta que comenzó a irse el sol y la cerveza ya se empezó a acabar.

En el 2000 anunciaron la separación de la banda, con una pequeña serie de conciertos en Argentina y Chile, y unas cuantas mas durante el año 2001, acabando con las esperanzas de muchos de volverlos a ver; tuvieron que pasar mas de 6 años para volverlos a escuchar, juntos de nuevo, en un escenario, estrenando un disco que mas que un estreno musical es un estreno de inquietudes musicales, pero con el ímpetu que los ha caracterizado siempre y que hace que la gente vibre en sus espectáculos. El próximo Febrero, tendremos la oportunidad de verlos una vez mas, en Bogotá y Medellin (Aca en cali ni para que nos hacemos Ilusiones). Los dejo pues con música de esta espectacular banda, otra de esas que nos ha acompañado durante tantos años, y que ha hecho de su música un verdadero estilo. Ahí se oyen!