martes, 13 de noviembre de 2007

Manual para apasionados

Hace como dos meses mi papá me recomendó un artículo que escribió Héctor Abad Faciolince en la revista Semana, titulado Menos pasión. En él, este señor aburrido con la violencia de este país pedía menos pasión. ¿Por qué? Bueno él veía claramente en el origen de la palabra (padecimiento) que nosotros deberíamos padecer menos. Y bueno, puede que tenga razón en su argumento, pero yo creo que la pasión es necesaria. Y me gusta más la definición: “Apetito o afición vehemente a algo”.

Y me tiene sin cuidado la buena campaña que se han inventado de Colombia es Pasión. Tal vez para las personas poco apasionadas o para que los demasiado apasionados se apasionen con otra cosa. Yo en realidad me refiero a la necesidad de hacer las cosas con apetito con vehemencia, de alguna forma con sentido. Con una motivación inherente a la acción. Yo creo que mis papás me inculcaron eso desde la gestación y se los agradezco, porque no me imagino haciendo las cosas de otra forma. Tal vez sería un uno más. Este corto manual es un homenaje a los compañeros que entre chanzas y juegos se apasionaron durante todo el torneo para obtener ese título tan deseado: ¡Gracias muchachos!

1. Para ser un apasionado, usted debe buscar esa motivación absoluta que lo impulsa a correr un metro más cuando las piernas le fallan.

2. También debe tomar un partido. Elegir una camiseta, un color, una insignia y defenderla con el alma. Nadie se puede meter con ese bando que eligió. No se negocia. Miren nada más a los Ingleses, a los Argentinos, a los Norteamericanos, a los Brasileros, y así, a muchos países. No se matan actualmente entre ellos, pero eso no los hace ser menos apasionados a la hora de defender sus ideales.

3. Con la camiseta puesta y la motivación andando analice con cabeza fría cada situación y plantee la estrategia antes de empezar. ¿Quién dijo que para ser apasionado hay que ser un caballo sin riendas corriendo por un potrero rumbo a un barranco? Reconozca sus fortalezas y debilidades y las mismas en su rival, para que pueda aprovechar mejor la situación.

4. Convoque. Siempre habrá unos menos apasionados que usted. Pero cuando son llamados a la acción responden. Llámelos, y cuando estén a su lado, presénteles una zona de confort. Se dará cuenta cómo vuelven solos después y hasta lo llamarán.

5. Ya en el campo de juego, caliente, grite, corra, estimule. Sus compañeros se contagiarán y su rival se asustará al ver a 11 guerreros respaldados por otros que se ven igual de aguerridos parados justo a en la línea.

6. Después del pitazo de inicio, cuando sienta el viento pasar por su cara, el césped intentar atravesar sus medias, la magia, el balón rodar (sí claro, es posible sentirlo), sus músculos dispuestos al choque, la ansiedad de romper la red. Pare un segundo. Respire. Cierre los ojos dos segundos, concéntrese y listo: A disfrutar! No hay mejor forma de sentirse apasionado que cuando se está disfrutando de lo que se hace.

7. No pierda ni un segundo esa actitud que si importar las capacidades de su rival lo hace mejor que él. Se dará cuenta que al final del partido esa pasión será recompensada y usted podrá gritar más fuerte que nunca: “Hispano campeón!”. Podrá disfrutar las mieles del triunfo, aquellas mieles que tanto nos gustan a los apasionados, y la razón por la cual no nos importa soportar la “Acción de padecer” ya que al final el jugo sabe mejor cuando se han exprimido las naranjas.

2 comentarios:

Mauro Z dijo...

Sabes que no disfruto esa "pasión" por el esférico blanco y negro, pero aun así, el texto para mi ha tenido todo el sentido del mundo.

Hay que jugar con pasión, hay que trabajar con pasión, hay que tirar con pasión, hay que descansar con pasión (a ver quien se mide a imaginarlo).. en resumen, hay que vivir con pasión. Creo que esa pasión es la que permitió convocar algunas decenas de personas para una Silviada, o para una Garciosa Fiteada Cerática; y esa misma pasión es la que nos permitió convocar a decenas de decenas de personas a seminarios y congresos; e incluso el hacer las cosas con pasión es lo que permitirá que contando con hoy (cumpliendo 20 días desde que empezamos a medir) el contador de visitas esté por encima de mil.

Anónimo dijo...

Definitivamente comparto aquello de la pasión, no me imaginaría en un mundo sin ella. Algo que te motive, que te haga desear es necesario para poder continuar y darle un sentido a cada acto en la vida. Y mi kxi, sabes que muero de pasión por mi Mechita... que me desbarato en cada partido y que ahí si siento la pasión de un pueblo como se dice... pero también sabes que es la misma pasión que le imprimo a cada cosa... por eso me gustan tus instrucciones - aunque sabes que yo no soy de las que las sigo al pie de la letra - ....