sábado, 7 de marzo de 2009

¿Cómo sacar a un hipopótamo de un pantano?

De antemano es conveniente ponerlos al tanto (algunos lo sabrán ya; otros lo habrán intuido) del hecho de que tres de quienes somos administradores de este manual, somos también malpensantes oficiales (ya sea porque estemos suscritos actualmente a la revista, o porque alguna vez lo estuvimos y aún le sigamos el rastro). Desde luego, no por eso Macaco y Omaroti dejan de pensar mal para escribir bien; es todo un arte y casi en todos los casos, un placer.

Bueno, el cuento es que hoy quiero compartirles una especie de 'Aleph instructivo' en el cual ustedes determinarán, desde su propio punto de vista, cuál es el procedimiento que utilizarían para sacar a un hipopótamo de un pantano. Esta idea se remite a Halterohippopotamidae, una de las aristas que conforman el Iceberg de la edición de febrero de El Malpensante, en la cual se hace referencia a otro texto anterior en el que se relata como el gran ajedrecista ruso Mijaíl Tal, embebido en sus cavilaciones durante uno de sus prolongados encuentros, se abstraía por un instante del escenario de juego y se cuestionaba acerca de la dificultad de sacar a un hipopótamo de un pantano.

Según recuerdo, al final de cuentas Tal, aburrido de no encontrarle solución a ambos acertijos, decide dejar hundido al pobre bicho en el fango y arriesgar el todo por el todo en su partida. Eso tal vez haya estado bien para ese tipo de situación, pero como en este blog queremos mucho a los hipopótamos (y aún más a los acertijos), los invitamos a que se tomen su tiempo y nos digan de qué manera salvar a nuestro robusto personaje desde varias perspectivas posibles. He aquí algunas ideas:

El método logístico

1. Consiga un auto de gran potencia y tracción u otro hipopótamo de igual o mayor tamaño que obedezca fielmente sus órdenes.

2. Consiga un cable de acero resistente y una grúa, o si no, una gruesa cuerda, una polea y un árbol que esté lo suficientemente cerca para que le sirva de pivote.

3. Amarre fuertemente a ambos hipos a la cuerda o cable, cada uno en su respectivo extremo. Como podrá notar, no están de más unas clases de buceo que le permitan rodear al hipo que está en el pantano, mientras lo amarra.

4. Ya que es posible que el peso y la adherencia del barro le impida el éxito del rescate, consiga una motobomba que le permita drenar el pantano, mientras con una manguera retira el barro del cuerpo del hipo. Asegúrese de que el hipo ya esté amarrado porque si el pozo es muy profundo, tal vez después no lo pueda sacar de ahí ni con abogado.

5. Cabalgue a su hipo entrenado y hágalo tirar hacia el lado opuesto de donde se encuentra el hipo empantanado. Vaya usted a saber cómo ha hecho para entrenar al animal que ahora cabalga; por lo cual no descarte la opción de invertir en un entrenador de hipos. Seguramente debe haber alguno que viva cerca a su casa.

6. Una vez el hipo rescatado esté en el aire y haya dejado de balancearse, haga regresar a su hipo con lentitud, de manera que el otro hipo baje perpendicularmente y no caiga de nuevo en el pantano. Sería bueno que tuviese presente la ayuda de uno de sus temerarios amigos que persuada o atalaye al hipo, para que no regrese al pantano y no necesite ejecutar nuevamente la operación.

El método financiero

1. Consiga un hipo hábil, enredador y apuesto (preferiblemente, con cola) que se encuentre atrapado en un pantano de deudas.

2. Consiga un grupo de hipos que sean bondadosos, trabajadores, algo lentos, y que atesoren muchas hojas y ramas deliciosas, de esas de las que se alimentan los hipos durante las épocas difíciles. Convénzalos de prestarles sus hojas y ramas a usted y a su hipo, con la promesa de devolverles multiplicada su vegetal inversión.

3. Con el barro del pantano en el que el hipo esté atrapado, diseñe y elabore unas símpaticas hipo-tarjetas, que le permitan a los otros hipos reclamar sus pacas de hojas prometidas más adelante. Recuerde: entre más hipos convenza, más barro podrá sacar y más hojas podrá meter en los espacios del pozo.

4. Sea creativo, y con las hojas y ramas, elabore una estructura geométrica lo suficientemente resistente en su base, de manera que su hipo pueda salir airoso de su cautiverio. Una vez afuera, retire todas las hojas y ramas que alcance, antes de que regresen los demás hipos.

5. Ahora que su hipo ha sido rescatado del pozo, cabalgue con él hasta un poco más allá de donde el agua llega con sed, porque ahora su pantano estará poblado de nuevos hipos, con el barro hasta el cuello, buscando una manera de salir tan creativa como la suya.

El método legislativo I

1. Saque al hipopótamo del charco.

2. Abra la nevera.

3. Saque al elefante.

4. Meta al hipopótamo.

5. Cierre la nevera.

6. Meta al elefante al charco.

7. Promulgue una ley en la que todo elefante deberá ser enviado hasta el otro lado del charco y todo hipopótamo deberá ser resguardado en la nevera.

8. Si se le antoja, siéntase orgulloso de ello.

El método legislativo II

1. Verifique el pasado turbio de quien le alquiló el pantano a los hipos.

2. Amparado por la extinción de dominio, consiga una orden de desalojo para expropiarle el pantano a los hipos. En tal caso de que haya terquedad por parte de ellos, negocie y permítales quedarse en su pantano, mientras no pongan sus enlodadas patas en los alrededores del terreno que habitan.

3. Una vez hecho suyo, abandone dicho terreno a su suerte, con todo e hipos. De esta manera, los hipos se aburrirán de sentirse solos y por sí mismos se desplazarán de su pantano nativo, nadando en búsqueda de su propio norte, así como de otros hipos que tampoco estuvieron preparados para correr la misma suerte.

Ahora es el turno de ustedes, lectores. Por cierto, de acuerdo con la creatividad con la que le den respuesta a este problema, es posible que algunas de las respuestas aparezcan publicadas en una próxima edición de la revista El Malpensante.

Esperemos que así sea. Mientras tanto, ¡al agua, pótamos!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como sacar un hipo del pantano método star wars

Lo mas parecido a un hipo en un pantano dentro universo star wars es el gangster conocido por todos como jabba the hutt (siempre me imagino a que sabra una pizza hut con un café java ), lo curioso es que en esta situación el que estará metido hasta el cuello será usted.

siéntase lo suficientementete mente narcisista como para sentirse como Harrison Ford representando a han solo, consiga un amigo peludo grande y que hable un tanto enredado (su perro cuenta aunque no sea tan grande) y un vehículo en lamentable estado, que funcione por supuesto, también asegúrese de conseguir su pantano que en este caso será una buena deuda con el hipo en cuestión.

evada su deuda con chulería, burlando y eliminando cobradores de las maneras mas ingeniosas y por supuesto diciendo frases chulas, para que sea mas adorado y a la vez odiado, envié a su amigo por unos helados (o unas cervezas como ustedes quieran).

cuando se aburra de eliminar cobradores, caza recompensas y demás matones a sueldo, decídase pagar su deuda, par esto transporte a un anciano hechicero y un joven impetuoso a un lugar en extremo peligroso, no importa si no tienen mucho dinero, seguramente sus amigos rebeldes tendrán suficiente para usted.

en el camino, rescate una princesa rebelde, que ademas de gobernar un planeta sabe disparar muy bien sin tener siquiera 20 años, de una imponente y casi indestructible estación espacial, recuerde para una chica siempre habrá espacio en su nave.

una vez le hayan dado la recompensa, diríjase a pagar su deuda y a disfrutar de una ganancia extra, a menos claro que sus amigos tengan problemas con la estación espacial, regrese a ayudarlos, además si la princesa aguanta esa siempre es una buena razón para no irse, combata contra el imperio un buen tiempo, si puede trate de ligar con la princesa después de todo ya puede pagar.

cuando finalmente sea capturado por uno de los matones del hipopótamo en cuestión y termine congelado en carbonita (este tipo de cosas le gustan mucho a las princesas rebeldes, no olvide ser chulo), no se preocupe sus nuevos amigos irán a rescatarlo (no olvide que su amigo velludo no lo dejara solo), en el rescate asegúrese de vengarse del caza recompensas y por el hipo = hut no se preocupe, su ahora novia princesa rebelde se encargara de matarlo forrada en un bikini metálico.

kxi dijo...

Buff, qué buen artículo Sama. Combinaste dos días de la semana en un día de divagaciones hipopotamiles. Además trajiste a colación esa anécdota que tanto me gustó cuando leí la vida de ese "loco" y rebelde ajedrecista ruso. Gracias

Cuando tenga un poco más de inspiración escribiré mi método.

Sama dijo...

Él Método Legislativo III (sólo en Colombia):

http://www.semana.com/noticias-medio-ambiente/muere-bala-hipopotamo-pablo-escobar/126073.aspx

Qué asco y desazón siento...