viernes, 4 de febrero de 2011

Concierto Épico

Tán solo escuchar esa melodiosa voz y poder ver a mujer tan espectacular pagó la boleta.

La musica estridente perfectamente mezclada con la voz lírica, las guitarras y la batería rugiendo al mejor estilo metal, y la voz y el piano deleitándose en su magnificencia, hacen que la música de Épica sea magistral.

Por si eso fuera poco, el Teatro Jorge Isaacs emana su propia aura de omnisciencia especial, que lo hace sentir a uno en medio de algo grande, como efectivamente era.

Y sin embargo, lo que me causó más curiosidad es que fui y me devolví usando el transporte público, sin mayores afanes y en completa calma y seguridad.
Claro, tambien es que los rockeros (algunos mechudos, yo ya no) nos comportamos a la altura del espectáculo y del recinto, ningún alboroto, ninguna pelea, que nos ayuda a que programen más conciertos de alto nivel en la ciudad.

Lo que si debo decir, es que aunque la música es fenómenal (tocar
on la marcha imperial, una versión que siempre me ha parado los pelos), creo que la presentación como tal estuvo floja en alguna parte.

No soy el hombre que ha asistido a más conciertos en su vida, pero en esta ocasión acusé la falta de algún estímulo que me hiciera brincar, cantar y saltar como si fuera el último día. Algunos de los que estuvieron en el concierto discutían si la culpa era del recinto, otros a la falta de carisma de la banda (no incluyan a Simone ahí), otros simplemente no sabían a quien acusar, pero todos con los que hablé lo sentimos así.

En fin, Epica definitivamente es para escuchar, preferiblemente con la armadura puesta y cabalgando su dragón hacia el siguiente castillo.


3 comentarios:

Ricardo Andres dijo...

Tambien estuve en el concierto de Epica y me parecio magnifico, agradezco a los cielos que estuvieron en Cali, cosa que muy dificilmente sucede con las bandas de rock o methal.
Comparto en cierto punto tu comentario sobre los animos de la gente frente al concierto porque hubo varios momentos de inmutismo general, pero no creo que fuese la banda, ellos trataron de animar a la gente, tanto Mark Jansen e Isaac Delahaye, sin que decir de Simone, mostraron carisma con la gente.
Para mi fueron algunos factores como la falta de publico, solo habia gente considerable en platea y parte en palco 1, los cuales no estaban completamente llenos.
otro factor es que gran parte de la gente estaba filmando y tomando fotos (incluyendome), los cuales no iban a dañar la toma saltando o gritando, y no se si a alguien le paso, pero yo me quede casi quieto y sin hacer nada, escuchando a simone, es que canta espectacular.
De todas formas, lo que si me parecio es que fue muy corto (un poco mas de hora y media) faltaron algunas canciones, pero me doy por bien servido que pude verlos.

Omaroti dijo...

Yo creo que no ayuda mucho el sitio del concierto, a mi personalmente me da la sensacion de que el Jorge Isaacs es un templo y no lo debo profanar... por otro lado, cuando vos vas a ver musicos que admiras a un sitio en el que de verdad los podes VER mientras los ESCUCHAS, pues vos lo haces con mas orden que desorden. Y por ultimo estoy de acuerdo con el comentario de las camaras... eso le ha quitado mucha vida al publico, por estar pendientes de grabar bien con las camaras, no se gozan el concierto como es

c1n1c4 dijo...

Tuve la oportunidad de disfrutar el concierto en primerísima primera fila, tanto que tenia que retirar mis manos para que Mark no las pisara. Me pareció magnifico, tuve incluso la oportunidad de agradecerle a la directora del teatro por su disposición para realizar allí este tipo de conciertos. Como mi novio y yo nos quedamos rezagados al final tuvimos la oportunidad de conocer personalmente a Mark quien salio a firmar autógrafos a quienes aun quedaban en el teatro (gran tipo, muy carismático). Finalmente estoy de acuerdo con el comentario sobre las cámaras (aunque también llevaba la mía), muchas personas pierden el norte en los conciertos por estar pendientes de tomar la mejor imagen de la noche. Por mi parte aún tengo el cuello lastimado de tanto cabecear, disfruté el concierto tanto como pude y por lo menos ya tuve el placer de disfrutarlos en vivo