lunes, 14 de febrero de 2011

La Clase

Es complicado hablar mal de una película que tiene una palma de oro en Canes como mejor película en 2008, y otra cantidad de premios en otros festivales. Pero así es: A mí la La Clase, o en su nombre original “Entre les murs” me pareció mala.

Llegó a mis manos porque leí una reseña de ella y la conseguí, pero cuando me la fui a ver, ya no me acordaba que la quería ver. Ha de ser por el problema de las traducciones: Yo pedí “Entre les murs” y me llegó con varias otras películas “La clase”, y la imagen que había impresa en el DVD tenía dos niñas negras levantando la mano con un fondo verde azul, como pastel, que me hacía pensar: “¿será que es otra versión de estas películas norteamericanas donde hay un profesor blanco, novato y soñador en un colegio de negros pobres y violentos; de las cuales una de ellas tiene como banda sonora la famosa Gangsta's Paradise, de Coolio?”. Y por este pensamiento, cada vez que la iba a ver, su espacio en la bandeja del reproductor de DVD era reemplazado por otra película cuyo nombre o carátula fuera más llamativo.

En fin, finalmente me la vi y encontré una serie de cosas interesantes que tal vez le hicieron merecedora del premio. Pero tal vez, como no comparto la cultura francesa, no pude entender a fondo esa serie de conflictos raciales tan fuertes plasmados en la película. Aunque en Colombia existan, no son vividos de la forma como se viven en Francia, y cuesta compartirlos de la misma forma. Estos niños contestatarios, nacidos en el país que le dio sentido a la palabra libertad, comienzan a ser desesperantes. Pero no es por esto que me pareció mala. De hecho este es un aspecto rescatable de la película: Te hace sentir.

La clase es mala, porque su ritmo es lento, soso, porque como su nombre, al traducirlo literalmente, sólo muestra cuatro paredes. Y generar la sensación de encierro está bien, para lo que pueda querer el director, pero puede ser excesiva. Es mala, sobre todo, porque su final no es concluyente. Porque desarrolla una compleja trama durante toda la película; un retrato de la vida de unos jóvenes con problemas, muy interesantes; de unos profesores que intentan dar lo mejor de si, con sus propios problemas de identidad; y finalmente ocurre un incidente por la forma en que se discute, que traspasa el fondo de los sentimientos de opresión raciales que tienen los estudiantes y ya. No se desarrolla el conflicto, no pasa nada. La película termina. La película dura 2 horas y 8 minutos, y la proporción sería: Introducción: 10 minutos, nudo: 113 minutos y desenlace: 5 minutos, en los cuales no hay desenlace.

Digamos que algo parecido le pasó a El vuelco del cangrejo, pero ésta tenía otros elementos que la hacían buena, entre ellos la cercanía de esa tierra a nuestra sangre y que finalmente, aunque el final queda abierto, hay opciones para imaginárselo, lo mismo que sucede con La hora 25 (una película excelente). Pero en la clase no hay mucho interesante que imaginar, pues el retrato de una vida sosa y aburrida de un salón de clase, donde la argumentación de el que "no quiero hacer nada porque no hay oportunidades" contra el "haz algo que si las hay", no deja mucho para la imaginación. Si tienes unos amigos medio mamertos, un poco ñoños, del tono no geek, sino más bien con ideas liberales, o tienes intereses sociológicos, sicológicos, tal vez esta película esté entre tu baraja, y encuentres unos discursos fenomenales para discutir, de lo contrario, puede ser una buena forma, con la función de sleep puesta para dormir si tienes problemas de insomnio.

3 comentarios:

Sama dijo...

A mí sí me gustó, y me pareció buena por varias razones:

1. Se sale del esquema básico de la discriminación racial y pone en escena el inmenso conflicto sociocultural actual, ya que puede verse como tres alumnos, a pesar de ser afro descendientes, se tratan de imponer el uno sobre el otro haciendo notar sus otras diferencias: que si el uno es musulmán, que si el otro es argelino, que si el otro es norteamericano (se ve qué tan duro les dan a estos últimos los europeos).

2. El personaje del profesor le hace dar a uno mucha rabia, y esa es la idea. Es alguien entrenado para dictar una clase, pero no para enseñar. Durante la película se ve como incluso pone empeño y busca la manera de acercarse a sus alumnos y lograr que aprendan, pero son muchísimo más fuertes las diferencias entre universos que componen a cada uno de ellos, decepcionándolo tanto que al final opta por la salida fácil: dejar todo como está. Es claro que la intención es hacer un retrato del docente hoy en día: va al salón, dicta su clase y recibe su paga. No está entrenado para lidiar y dar solución a un conflicto tan grande que puede llegar incluso a poner en riesgo su propia vida. Habrán contados casos distintos, pero acá se busca es mostrar una realidad.

3. La puesta en escena, como vos decís, va de acuerdo con el título de la película: Entre Los Muros. Es mostrar lo que pasa día a día entre las cuatro paredes de un salón de clases cualquiera. La idea no es resolver conflictos personales ni colectivos; tampoco es dejarle al espectador una gran enseñanza; mucho menos es terminar la película con un gran discurso desde un podio el día de la graduación, con una última imagen detenida donde todos alegres arrojan sus birretes al aire. En resumen: esta es la versión no hollywoodense de Dangerous Minds. Aquí los problemas habían empezado antes que la película, y no terminan con el fin de ésta. No pasa nada y este es el punto más importante para mostrar, así luzca aburrido o desesperanzador.

4. Me gustó mucho cómo se involucraron actores naturales para la filmación. Se notó, a diferencia del Vuelco del Cangrejo, que hubo más acompañamiento por parte del director, sin perder la esencia natural que se buscaba.

Ahora, en cuanto a entender o no la razón de tanto conflicto dentro de la sociedad francesa, ese cuento romántico de que Francia es el 'padre' de la libertad, se cae de una si recordamos que también es uno de los 'tíos' del colonialismo, junto con otros países como Inglaterra, España, Países Bajos, Portugal, entre otros que tuvieron bajo su yugo a otras naciones 'salvajes' y cuya influencia negativa no ha desaparecido (no se puede olvidar que la abolición del apartheid fue hace tan sólo veinte años). Las heridas no se han cerrado.

Mauro Z dijo...

A mi me ha pasado casi lo mismo que a kxi, la tengo ahi pendiente y siempre le doy largas y largas, a pesar de que ya sabía que a Sama le habia gustado.

Estoy seguro que me la veré, y hasta tal vez la disfrute, pero podria estar de acuerdo con kxi, mostrar la realidad tal cual es suelo ponerlo como un punto en contra y no a favor, no es una regla, pero es que suelo huirle a la realidad y trato de vivir y disfrutar de las ficciones

ianck dijo...

de acuerdo con J mala lenta y sin un final verdadero

sin nace espacial no hay pelicula

demasiado real a mi me tocaban maestros como esos todos los días