martes, 8 de febrero de 2011

Instrucciones para visitar al diablo

No se preocupe, no lo vamos a enviar al infierno. Tampoco lo estamos retando a que venza el miedo a su suegra, o a que aprenda a salir de farra con la suplente, sin dejar evidencia; quizás algún otro de nuestros instructores sí tenga experiencia en ello y le pueda colaborar luego. Por otra parte, tal vez el título de esta publicación no sea el indicado, porque quien va y visita al diablo a la casa, seguramente se le complica el regreso. Es mejor evitarle tan dantesco riesgo e indicarle mejor cómo ir a recibirlo de paso, ya que cada dos años, en el municipio de Riosucio, Caldas, su gente celebra uno de los carnavales más tradicionales y pintorescos de Colombia: el Carnaval del Diablo, al que tuve la suerte de asistir hace unos días.

Recuerdo que dos personas me lo habían referenciado positivamente, advirtiéndome eso sí, la casi imposibilidad de conseguir alojamiento en la ciudad, a menos de que hubiese hecho la reserva con cierta anticipación, digamos, unos dos años antes del evento. Y es que Riosucio no sólo es pequeño, siendo contados los sitios para hospedarse, sino que sus precios pueden llegar a ser altos. Por ejemplo, el alquiler de una sola habitación para tres o cuatro personas durante tres noches, puede llegar a costar $500.000 pesos, es decir unos $40.000 pesos por persona, lo cual es alto considerando los centímetros cúbicos de CO2 que le va a tocar compartir, y si ha estimado que va en un plan 'de combate', buscando el mínimo costo posible.

Otra opción para la estadía es alquilar un espacio para acampar, donde cada persona puede pagar $20.000 la noche, lo cual no resulta tan crítico, de no ser porque le pueden salir con este cuento: "¡Ah! ¡Pero si le pasa algo a su carpa o a lo que contiene, no respondemos!". Siendo así, resulta igual dejar la carpa armada en uno de los parques y cuidarla por turnos; o entretenerse armando y desarmando cada mañana y tarde; o permitir que Baco y Terpsícore lo dejen tendido sobre el césped, con el tibio manto del rocío que deja la bruma en una montaña (...). O mejor aún: se agrega al parche de un buen amigo, y termina habitando un cuarto de San Alejo, junto con él y otros dos buenos sujetos, en un internado para señoritas, bajo el cuidado de una religiosa. Lo mejor de todo, es que no pudimos haber quedado en mejores manos.

Una vez allá, después de un gratificante almuerzo en la galería, puede disfrutar de la programación cultural que le ofrece el Carnaval de Riosucio, que va desde las Alboradas, que son las comparsas que alegres cantan, bailan y abrazan al prójimo, dando el inicio de un nuevo día de carnaval; pasando por el desfile de las Colonias, que son las comparsas de Riosuceños que viven en distintas partes del país y regresan para festejar; así como la presentación de las esplendorosas Cuadrillas de Mayores, las cuales se componen en su mayoría por miembros de una misma familia y que, parodiando ritmos o canciones conocidas, relatan historias sobre personajes, sucesos o tradiciones autóctonas. Como acto principal del segundo día, está la entrada de su majestad, el diablo, a la Plaza de San Sebastián, acompañada de todo un pueblo coreando el himno de Riosucio, así como la lectura de su testamento. De esta manera, añadiendo otros eventos como corralejas, conciertos, desfiles y la quema final y posterior entierro del diablo y su calabazo, transcurren los seis días de carnaval.

En caso de querer entender mejor la idiosincrasia que ha motivado durante casi cien años a su gente para preservarlo, puede visitar el Museo del Carnaval, donde encontrará todo un registro de sus fundadores, sus diseñadores de disfraces, afiches, canciones, e incluso las cabezas de algunos de los diablos más recordados. De igual forma, como buen museo, tiene una tienda donde se podrá antojar de cualquier souvenir que le sirva como prueba de su visita.

Es mucho lo que se vive para lo que se alcanza a describir, así que no queda sino invitarlos a darse la oportunidad de conocer otro de esos eventos únicos y especiales que se realizan en Colombia y que sin duda, nos acercan a conocer más sobre nuestra identidad, ya sea como región o como nación. Como comentario final, una amiga me dijo que el sólo hecho de escuchar que el carnaval era 'del diablo', no le daba buena espina, quizás por el matiz de maldad que a su nombre se puede asociar. Este carnaval, por el contrario, busca acercar a quienes han salido de su tierra natal; busca fomentar, mediante la imagen irreverente del cornudo, la pasión por la música, el baile, la amistad, el jolgorio y la familia. Para no ir más lejos, le permite a cualquier persona subirse en una tarima, disfrazada a su gusto, y poder expresar cantando todo lo que siente por su ciudad y su gente. A fin de cuentas, creo que es lo que todo carnaval en nuestro país pretende y permite alcanzar.

3 comentarios:

Mauro Z dijo...

Con respecto al comentario de tu amiga, recuerdo que cuando me hablaste de él, también me causó curiosidad que se le hiciera un carnaval al Diablo. Así que hice una simple busqueda en san google, y fue fácil de entender.

Según recuerdo, la cuestión es que eran dos pueblos que mantenían en guerra, Quiebralomos y La Montaña. Y después de un siglo de peleas dos sacerdotes lograron unir a los dos pueblos en uno solo, lo que ahora es Riosucio, basados en la amenaza de que si seguían peleando iban a ser condenados por el diablo.

Así que el carnaval del diablo es simplemente eso, recordar que gracias a esa figura dos pueblos pudieron convertirse en uno solo y pasar de las guerras constantes a casi un constante carnaval (ya que oficialmente el carnaval dura como 6 meses).

Gracias por la invitación amigo mio, ya tendré yo la oportunidad de vivirlo mas allá de estas instrucciones.

kxi dijo...

y qué buenas instrucciones también. Precisamente en la mesa del almuerzo este tema fue muy sonado porque un amigo cuya familia es originaria del pueblo va cada dos años y este año no podía ir porque su novia el iba a hacer una fiesta "sorpresa" de cumpleaños. En fin, su novia no pudo guardar bien el secreto, el tipo es astuto y la fiesta estuvo buenísima, pero del Diablo, sólo las ganas para una próxima vez.

Ianck dijo...

diabólicas expresiones culturales batman

interesante que un carnaval en Colombia tenga un poco mas de transfondo que las simples ganas de celebrar

al menos es cada dos años y no sucede como en parranquilla que hay pre carnaval carnavalito carnaval popular ante carnaval carnaval navideño carnaval post carnaval y carnaval en julio