Esta es una columna con un nombre peculiar: Viernes de Sonancia y disonancia. Y es más peculiar aún, que casi todo el tiempo se hable de sonancia. Supongo que por las capacidades sonantes de su autor. Hoy, que hago tributo a su trabajo les traigo una total disonancia. Y lo es, no porque la música seleccionada lo sea, sino por la mezcla elegida.
Quien haya leído antes algunos artículos que publiqué sobre música, sabrá, que esta tiene un espacio importante en mi vida. Sin embargo, la forma como la música ocupa un lugar en mi vida, es como acompañamiento. Para hacer un símil, piensen en aquella canción que todos se saben la letra y cantan con gran emoción. ¿Alguno de ustedes se sabe o puede tararear la melodía de la percusión de esa canción? Creo que pocos, pero quítenla de la canción, y notarán la inmensa infelicidad que la rodeará. Igual me pasa a mí. Yo escucho música mientras trabajo, mientras escribo, mientras leo, mientras ando en el bus, mientras ando en el carro, mientras me cambio, mientras hago casi todo en mi vida. Eso sí, no le paro bolas a la música. Claro, esto es la teoría, al parecer no lo hago conscientemente, no me pierdo en ella y la canto, al contrario. Dejo que acompañe. Les voy a contar cómo.
Prendo mi computador para calificar unos quices, y lo primero que hago en iniciar Winamp. Decido qué tipo de música quiero escuchar y cargo la carpeta completa. En mi computador está dividida como bandas sonoras, bossa, brasil, canción social, francés, instrumental, jazz y blues, latin, lounge and chill, música sin clasificar, pop, rock, románticas y salsa (pero en un disco duro externo tengo otra clasificación más juiciosa). Como ven la clasificación no corresponde exactamente a géneros musicales y también no está garantizado que la clasificación sea correcta, pero les da un idea. Otra cosa que deben saber es que el espacio que ocupa la carpeta de música en mi computador, es la humilde suma de 41.7 Gb. Así que se pueden hacer una idea de la cantidad de canciones que hay, si se tiene en promedio 3.5 Mb por canción. Bueno, continuemos. Cuando no me decido a seleccionar un tipo de música, cargo toda la carpeta en el Winamp y la pongo a sonar en reproducción aleatoria. Es por eso que viene la disonancia.
Mientras trabajaba, lo primero que sonó fue Down Home Shakedown que me elevó y me bajó por momentos, y logró hacer mover mis hombros, sin ser una canción tropical. Después, cuando lograba recuperarme de estos cánticos negros, salté salvajemente hacia el sur y sin pagar un costoso tiquete de avión para que Sui Generis me pusiera en un estado de baja presión y adormecimiento, no recomendado para un domingo caluroso a las dos de la tarde. Un hada, un cisne me relajó. Y cuando estaba comenzando a cabecear, vino una música brasilera que no podría decir como se llama, pero que para la ilustración sonaba como esto; bueno, eso no es del todo cierto. La verdad es que mi versión sonaba muy bien. Sin los molestos sonidos entrometidos que se cuelan entre los micrófonos cuando se graba algo en vivo. De nuevo mis piernas se movieron al compás de la música, y Buena estrella de Aterciopelados (que no se por qué no pude encontrar en youtube) me puso a repetir, varias horas después: "un buen ángel, me arrastra el ala".
Tomo agua y sigo. Cuando vuelvo, no se cuánta música ha sonado, pero Queen logra emocionarme con Friends will be friends. Sigo en mis quehaceres, y de repente mis pies comienzan a moverse. Qué pasa? pregunto, y es que Ángel Canales, se ha dejado venir con Brujería. Hasta aquí ya la cosa había sido rara y mezclada. Absurda, llena de altibajos. Cansona para cualquiera que estuviera en una reunión social. Pero para mis tolerantes gustos no. Creo que sólo he conocido un par de personas tan abiertas a tantos ritmos musicales como yo. Y entre ellas no se encuentra mauroz, el cual es bastante abierto. En fin, casi me sorprendo de la mezcolanza, cuando alguien me saluda: Hello, i love you want you tell me your name. Uff, casi bailo, y recuerdo los ritmos británicos que nos deleitaron en la BRD. Siguió Lamento Boliviano (qué cambio tan brusco, pero no me molestó), y terminé, el artículo, porque la música mezclada y disonante continuó toda la tarde, con Pink Floyd. Puff, cómo alguien puede pasarse así por la música. Como describió alguna vez Omaroti. Es claro que aunque cada ingrediente sea delicioso por separado, la combinación de ellos no será sabrosa. Pues, qué puedo decir a mi favor. Sólo que a mí muchas veces, las farsas de la comida fusión donde sirven una carne de chigüiro con salsa de guanaba en reducción de vino, puede gustarme tanto como una carne asada en la parrilla con sal. Feliz fin de semana, los espero la próxima semana con sus artículos, porque estamos en el mes del Tributo al Manual de Instrucciones.
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