lunes, 22 de junio de 2009

Gomorra (2008)

Varias veces se ha discernido, incluso aquí en el Manual, sobre el criterio que han tenido los jurados de la Academia para otorgar los controvertidos premios Oscar en sus contadas categorías. Por ejemplo, está la observación sobre cómo hay películas o directores muy buenos que han sido nominados para varios galardones o en numerosas ocasiones, respectivamente, para que al final no ganen nada; o lo hagan por méritos que no les corresponden. En ese sentido, esto nos ha impulsado en su momento a romper la marquesina que recubre lo comercial y elevarnos un poco para buscar las producciones ofertadas por festivales de cine alternativos, como son Cannes, Sundance o la Berlinale.

Paradójicamente, al confiar en el criterio de un jurado que se fija más en lo argumental, lo anecdótico o lo documental, hay ocasiones en donde se topa uno con películas que, por su carga de realismo social y detalle, se pasan de crudas o sencillamente son monótonas. Cabe indicar que tal vez la costumbre de ver o escuchar las atrocidades que se cometen en nuestro entorno a través de la dichosa media, en parte nos insensibiliza y hace que no nos impresione tanto la historia de una pareja de drogadictos que intercambia a su bebé por droga (L’Enfant [2005]), o la historia de un soldado que, atrincherado, ve caer a sus compañeros por el absurdo de demostrar la posición bélica de su país ante los demás (Beaufort [2007]). En el caso de Gomorra [2008], entiendo algunas razones por las cuales fue premiada, mas no las comparto, y es por ello que se reseña con la etiqueta del día lunes.

Según Martin Scorsese, es la película sobre mafia más franca e iluminadora que alguna vez haya visto. A mi parecer, el éxito de este género en el cine no ha estado en el concepto propio de la mafia, sino en la actitud y carácter de los mafiosos alrededor del mundo y las décadas (The Godfather, Scarface, Sonatine, Romanzo Criminale). Precisamente, por ser tan franca y representar hasta cierto punto cómo funciona hoy la maquinaria criminal napolitana; a través de historias paralelas sobre extorsión, narcotráfico, contrabando, e incluso violación de leyes ambientales; es que no se enfoca en desarrollar conflictos personales y se convierte en un cuarto con cuatro ventanas hacia la misma calle, mostrándonos realidades sociales tal y como son, aportando muy poco valor agregado, tanto técnico como artístico.

En adición, Gomorra tiene otro problema: es muy larga para lo que nos pretende contar. Dura casi dos horas y media, lo cual hace que en ciertos momentos a uno se le caiga la atención en la película por el letargo. Con un mejor trabajo de edición, se le hubiese podido quitar casi una hora de duración y haberla hecho más dinámica, por el estilo de Alejandro González I. Por otra parte, hay escenas en donde pareciera que no hubiese coordinación entre la intención del director de enfocar lo que es relevante para sí, y la atención del camarógrafo en ponerle interés a lo sucedido delante suyo.

Lastimosamente, muy pesar de la Palma que el público le otorgó en Cannes, al final uno siente que fueron más los minutos y minutos de atención derrochados que los momentos disfrutados. Hasta la paciencia de un buen cinéfilo tiene un límite, y si usted es de las personas que, por más que se le advirtió y se atrevió a intentarlo, no sobrevivió siquiera con el mensaje visual de Los Viajes Del Viento, es mejor que reserve su tiempo de cine para películas menos extensas, que contengan elementos que capten y mantengan su atención.

1 comentario:

Ianck dijo...

este es el cine que yo suelo detestar

no me la voya ver por supuesto,
ya bastante crudeza tengo que soportar en el sitio donde hago practica.
me dedicare a ver cine con armas futuristas, naves espaciales, heroes miticos y cosas que no vea a diario en mi cotidiano.

la mafia italiana no es mi cotidiano pero que se parece en las cosas que describio macaco en nuestro entorno se parece