La paleta de las cordales; el helado de palito de los partidos de fútbol; el helado de vasito; el cono que es vendido por un carrito con una música insoportable que se hace agua la boca de cualquier niño; el helado que se bate en la casa; el cholao (muy conocido en mi tierra natal, Cali); el elegante combinado de sabores, frutas, mieles, arequipe, chantilly o cualquier otro ingrediente que te vacía el bolsillo mientras te saca sonrisas en un restaurante; el que disfrutas con tu novia mientras caminas por un parque; el que haces fila en una fría ciudad; el de frutas; el de chocolate; el que trae frutas de verdad mezcladas; el de yogurt; la galleta rellena de helado; el que haces en las cubetas del hielo; el de marca; el de café y la porción personal de un litro para la noche de películas en casa. Sólo por nombrar algunos. Lo que quiero decirles es que hay una variedad enorme y una demanda igual o mayor que expone sus gustos en un abanico que sería difícil de procedimentar. De hecho no es importante hacerlo, cada quien que disfrute el helado a su manera. Es importante aprovechar al máximo la buena compañía que sugiere un helado:
Pretender enseñarle a comer helado a la gente es una tarea definitivamente osada que incluso raya en la ridiculez. Y es que el helado e uno de los postres más populares que yo he conocido. Es fácil encontrar a quien no le guste la torta, el chocolate, los panquecitos, los postres ácidos, las frutas, en fin para cada postre casi siempre he encontrado al menos dos personas a las que no les gusta, pero para el helado? ¡Nada! Todavía yo no me he topado con la primera persona a la que no le guste el helado. Tal vez este espacio sirva para conocer a alguien así, aunque realmente no sea el propósito. Igual podría invitarla a comer un helado para que me explique qué por qué no le gusta el helado. El caso es que ante tanta gente que le gusta el helado, es complicado que con toda la humildad que me caracteriza yo pudiera dar unas instrucciones precisas de cómo disfrutar un helado que fueran compartidas por mis lectores. Sobre todo porque hay muchas clases de helados y gustos para cada uno de ellos:
martes, 4 de diciembre de 2007
¿Cómo comerse un helado?
Esto lo subió kxi en 0:15
Etiquetas: 2. Martes de Instrucciones y Pasos, comida, despedidas, pasos, postres
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6 comentarios:
Eres un maldito, el helado es una vaina tan sabrosa y especial, que el hecho de terminarlo con un toque salado enturbia y choca con lo deseado... pero bueno, son cosas que pasan.
En todo casó me quedé recordando esas porciones personales de un litro... a ver si en estos días repito alguna de esas de Macadamia o algo así :P
Definitivamente NO son instrucciones para comerse un helado, lo cual lo hace mucho mas intimo y personal.
Gracias por compartirlo, me he sentido triste por (la partida de ella) que se termino el helado.
Pues al igual que j, yo tampoco conozco alguien que no se resista ante los coqueteos de un helado, cual fuere su sabor o presentación.
Este manual ha tocado mi corazon, por ti, por ella y porque mis dos debilidades son el helado y las galletas, y por exigencias de mi medico no puedo siquiera acercarme a una heladeria... me recordaste aquellos viernes san geronimo, sabados de guanabana y mis sobredosis con helado de macadamia. Espero escribas un manual de instrucciones para salir bien librado de tu medico cuando no le haces caso je, je.
uffff, siiiiiiiiiii macadaaaaaaaamiaaa!!!...sin duda después del almuerzo me pasaré por la cafetería por una bolita de helado......aunque el mejor es el compartido, qué tal uno de kiwi o feijoa???
De verdad que es un postre de contrastes, ya que el más amargo de los chocolates puede evocar el más dulce de los recuerdos...
Un artículo bien emotivo. Gracias, kxi.
me has tocado el corazoncito... solo queda un pensamiento en mi cabeza despues de semejante despedida,,, HELADOOO!!
apenas deje de llover voy por un helado gigante para combinarlo con este invierno interno q arreció despues de estas instrucciones
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