jueves, 21 de febrero de 2008

Sobre el amor y el perdón, entre otros supuestos.

Observarlo todo, desde todos sus puntos de vista posibles, debe involucrar también la perspectiva cronológica, es decir, observar aquellas cosas que han ocurrido y aquellas que están por venir. Es por ello que, mientras Mauro Z termina de hacerle la conversión de gasolina a gas natural a nuestra máquina del tiempo, aprovecharé el mismo haciendo una reflexión sobre algo que ya ha sido dicho, pero que siempre estará presente para ser analizado y discutido.

Love Story, madre putativa del género Chick Flick, mencionado hace poco, es una película inspirada en una novela de Erich Segal y que estuvo nominada a ocho premios Oscar de la Academia, ganando uno de ellos. Musicalmente hablando, la versión de su tema principal, interpretada por Richard Clayderman o por algún señor con organeta, es quizás la más reconocida, ya que suena en cuanta recepción o agasajo haya, mientras sirven la cena o plato frío.

No se puede dejar de reconocer que esta historia de amor fue muy útil para hacer que muchos de nosotros, quienes estamos entre los 20 y 35 años, existiéramos, ya que era irresistible para que muchos de nuestros padres, quizás novios para aquellos días, la vieran y se inspiraran en hacer varios asuntos juntos. Uno ve el póster y se acuerda de las portadas de los álbumes donde se encuentran las fotos que siempre evitaremos publicar, por voluntad propia, a la luz pública.

En fin, como esto no es un Lunes Del Mal Cine (¿o bueno?), entremos ya en materia: la "frase de enganche" de este filme impactó mucho en la cultura popular de entonces y sobrevive hasta hoy, siendo incluso mencionada en una que otra producción cinematográfica, como Jerry McGuire. Por su denotada vehemencia, se hace indicada para ser analizada y discutida:

"Love means never having to say you're sorry" ("El amor significa nunca tener que decir que lo lamentas").

1. Puede interpretarse entonces que cuando se ama realmente, nunca se hace necesario tener que decirle al otro que lo lamentas, ya que eso implica nunca haberle hecho algún daño y nunca llegar a hacérselo. Lo que quiere decir por lógica, que quien llega a hacer daño a quien ama, inmediatamente se deja de amar, de una o ambas partes.

2. Puede decirse también que cuando se ama realmente y; por cuestiones del destino, del karma, de la suerte o de lo que crea cada quien; se hace daño, no es necesario decir que lo sientes, porque es el propio sentimiento el que lo resarce. Esto quiere decir que en el camino hacia el amor, se permiten ciertas concesiones que, a pesar de hacer daño, son innecesarias de lamentar.

3. Otra interpretación es que cuando se ama realmente, es cuando nunca una de las partes, a conciencia, lamenta haberse sentido enamorado o amado por el otro.

4. Teniendo en cuenta que decir "Lo siento" o pedir perdón es tan sólo un componente del proceso de excusarse con alguien, el cual suele involucrar también el acto de hacer algo bueno por el otro para enmendar el error, puede interpretarse también que cuando se ama realmente, es cuando nunca se pide perdón, sino cuando el otro implícitamente busca reparar el daño, para consolidar el sentimiento y expiar la culpa.

Como ven, existen varias posiciones con respecto al significado que esta frase haya podido tener, siendo consecuente con el argumento de la película (porque la verdad, no la recuerdo: estaba muy pequeño y no me interesaba tampoco). Así que ahora ustedes pueden opinar y ponerse de acuerdo con tal o cual interpretación, o con ninguna, o proporcionarnos nuevas interpretaciones según su particular razón o forma de sentir.

Para concluir, atizando un poco las brasas al calor de este discernimiento, aquí les suelto otra perla que ví escrita en el mensaje personal de MSN de una amiga, cuyo autor original fue Gottfried Leibniz, reconocido matemático y filósofo del siglo XVI:

"Amar consiste en encontrar en la felicidad del otro la propia felicidad"

Interesante posición, ¿no? Ha terminado este tributo. Los honores son ahora suyos.

2 comentarios:

Mauro Z dijo...

5. Puedes hacerle lo que te de la gana, que si verdaderamente te ama, entonces te lo aguantará sin chistar.

6. El amor verdadero es la cohibición completa de las acciones de los enamorados, y por lo tal, nunca harán nada que se pueda lamentar.
(La sabia frase de Homero que kxi me regaló en el mug "If you don´t do anything, you´ll never make mistakes: Si nunca haces nada, nunca cometeras errores).

Estaba dispuesto a colocar más, pero repetí tantas veces la palabra "lamentas" en mi cerebro, que ya perdió su significado por un rato.

Sama, muy interesante tu tributo, me siento alagado con este cierre, pues los tres se esforzaron por publicar muy buen material en este espacio. Muchas gracias.

kxi dijo...

De acuerdo con la 5 de Mauro. Aunque yo lo escribiría de otra forma:

7. Cuando se ama no se lamenta nada, ni lo bueno, ni lo malo. Todo hace parte de lo que se decide compartir en pareja (famosa la frase complementaria: "Para amarse en las buenas y en las malas").