A 10 Km/h... y arrasando sin frenos.

Es un despertar. Inicialmente creía que era MI despertar, pero estaba equivocado, al parecer fue un despertar general de la humanidad entera (1), puesto que cesó la horrible noche (1) en la que todos estábamos sumergidos para encontrarnos en un paraíso de sol donde brillan la llanura, la sierra y el mar (2).

Por supuesto, ante semejante grandeza, y siendo tantos juntos, era importante buscar esa cosa pequeñita que se llama libertad (3). Caminando y caminando, metiéndole a la marcha (3), fuimos recorriendo cada sendero y cada eslabón de tan hermoso paraje, hasta que encontramos la libertad sublime (1) bajo el límpido azul del cielo (2) y nos fuimos envolviendo en ella, regocijándonos.

Un momento después, nuestro camino fue acompañado por un silbante y agudo sonido, retumbando rítmica pero no musicalmente (4), que proyectándose desde pequeños adminículos bucales gritaba y gemía como entre cadenas (1), pero solo para anunciar que ya estábamos ahí, que a nuestro hermano le damos la mano (3) y que en esta, la hora primera (3), estábamos en este, el justo lugar (3) para elevar nuestro clamor al son del camino.

Y con ese despertar nos dimos cuenta que los buenos somos mas, muchos más, y que si seguimos unidos vamos a gozar de una gloria inmarcesible, de un júbilo inmortal (1).

(1) Himno Nacional a la República de Colombia - Rafael Núñez
(2) Himno al Valle del Cauca - José Ignacio Tamayo y Pablo E. Camacho Perea
(3) Hermano dame tu Mano - Mercedes Sosa
(4) "Pitido" de pito - Anónimo

Mauro Z.