martes, 17 de junio de 2008

¿Cómo salir en (el problema es que no se saben cuántos) pasos?

Dado que macaco lo pidió, me he tomado la molestia de escribir unas instrucciones para salir, es decir unas para terminar, que además serían apropiadas para complementar a los pasos para entrar de la semana pasada.

Tal vez se deba a que en cuanto estoy bien emocionalmente, la mayoría de mis amigos comienza a terminar sus relaciones amorosas y después me cuenta su historia, o tal vez se deba a la diversidad de formas como han terminado las mías, pero creo que les puedo describir con claridad algunas formas para salir. Eso sí, no puedo prometer que no se sufra en el proceso, pero sí que mostrarles que terminar una relación no es algo malo. Tiene sus pros y sus contras, simplemente y así debe verse.

Lo importante de terminar no está en hacerlo, o en la forma de hacerlo. Siempre será doloroso. Lo importante siempre será el momento. Un momento más tarde o un momento antes puede ser desastroso. Aquí unos ejemplos que completarán la guía con ejemplos que obvian las implicaciones éticas que se le puedan presentar:

Terminadas con excusas

  1. A usted no le importa el bienestar de la otra persona, simplemente no quiere perder la imagen que tenga ante ella. O si le importa, pero no tanto. Como fuera, usted es claramente más importante y cree que hará sufrir menos a la otra persona si no le deja conocer la verdad.
  2. Dada esta situación lo primero que debe hacer es mentirse a usted mismo. Si no es capaz de engañarse usted mismo, mejor busque otro método.
  3. Una vez que haya logrado engañarse con éxito, simplemente cuéntele a su pareja lo que se dijo. Como si fuera un chisme. Hágalo de inmediato y sin rodeos. No exponga muchas excusas, sólo una. Defiéndala a muerte. Aquí algunos ejemplos de frases que puede usar:
    1. “Mi familia es más importante y no te puedo poner por delante de ellos”
    2. “Mi plan de vida no es coherente con el tuyo”
    3. “Todavía te falta mucho por vivir y no quiero que malgastes tu vida al lado mío cuando estoy pensando en otras cosas”
    4. “Necesito vivir un tiempo solo antes de amarrarme para siempre a una persona”
    5. “Me voy de monja”
    6. “Me voy a cuidar chimpancés al África, querés venir?”
  4. Una vez contado el chisme. Váyase, aléjese. No cometa la estupidez de volver a buscar a la persona que está dejando. Sea fuerte. Si fue capaz de engañarse a usted mismo, es porque lo que no le interesa que se conozca es tan importante para usted que merece sacrificar la relación que tenía. Si vuelve sólo conseguirá que tarde o temprano se sepa aquello que desde el comienzo quiso ocultar. Tendrá que mentir y mentir constantemente para que no se ponga en evidencia su mentira inicial. Y créame: Caerá.

Terminadas con tiempos

Estas terminadas realmente me chocan. Bastante. Incluso me chocan más que las terminadas con excusas. Simplemente porque quien las usa no tiene la valentía ni si quiera para mentir (que es de cobardes o perversos) sino que pone la responsabilidad en el otro. Prolonga el sufrimiento, y pone a pensar las razones reales de aquello que no se dice. Esta persona ni siquiera se toma la molesta de inventar una historia.

Por lo general estas terminadas sirven para amarrar a alguien. Para convertir a su pareja oficial en un “arrocito en bajo” o en una “vaquita amarrada” (ambas expresiones para definir el estado de espera paciente e incondicional en que el que se somete alguien que aspira a pasar en algún momento a un estado activo compartido con alguien). Generalmente alguien puede querer convertir a su pareja oficial en un arrocito en bajo para poder volver a ella mientras se arriesga con una aventura que lo tienta.

  1. Aquí las frases son prefabricas, creo que la conocemos todos: “Las cosas no están funcionando, estamos aburridos, creo que debemos pensar las cosas y para eso necesitamos espacios. Creo que lo mejor es que nos demos un tiempo.”
  2. Listo. Se dijo, ahora siendo coherente con la estrategia, hay que estar preparado para evadir cualquier posible acción de su contraparte. Lo normal que puede pasar es que su pareja no quiera entrar en un tiempo, así que usted debe estar preparado para esto. Aquí algunos ejemplos de respuestas ante preguntas incómodas. Todas ellas cumplen el papel de evadir:
    1. ¿Cuánto tiempo? ¿Un día, un mes, un año? ¡Qué pregunta odiosa esa! Veamos una respuesta: “No sé, cómo voy a saberlo? Necesito pensar las cosas. Estoy muy confundido. Y ahora necesito soledad. Hablemos la otra semana” Evada. Deje la puerta abierta, cambie el tema. Usted quiere alargar las cosas.
    2. ¿Y vamos a ver a otras personas? ¡Cuidado! El permitir esto, haría que su vaquita amarrada se soltar y comenzara a retozar con otros toros. Veamos una respuesta: “¿Y cómo me preguntas eso ahora? Si te pido un tiempo es porque quiero pensar. ¿Cómo podría pensar viendo a alguien? O ¿acaso es que tú tienes a alguien más?” De nuevo evada, cambie el tema, y haga sentir al otro como el culpable. Así sentirá remordimiento y deseo hacer “eso que ahora no hace bien” para que el tiempo acabe pronto.
    3. ¿Pero por qué? Explicame qué hice mal. ¡Ojo! ¡Cuidado! Aquí aparece una pareja mártir. Esa que con facilidad lo hará sentir culpable y que si se descuida lo hará perder del objetivo trazado. Recuerde que usted es el que sufre. Aquí una respuesta: “No eres tú, soy yo” (esta es clásica) “debo organizar mis sentimiento, mis ideas. Algo está mal y tú lo sabes” Esto generará confusión porque pondrá la culpa compartida, no podrá refutar cuando usted se adjudique la culpa ni reforzar su sentimiento mártir cuando usted le confirme que es ella la culpable.
  3. Una vez concedido el tiempo, recuerde estar presente para su arroz. Recuerde que si lo deja mucho rato, por muy baja que se encuentre la candela, se le quemará. Y se irá. No hay tiempos definidos para revisar esta clase de arroz, pero todo indica que conforme más se mire, más tiempo se podrá prolongar.

Terminadas dramáticas

Sirven para aquellos momentos en los que se quiere cortar una relación de tajo y hacerlo con clase. También podrían llamarse “terminadas cliché” pues su actuación es tan novelesca que serviría para guión de comedia romántica. Yo las recomiendo para dos ocasiones: O usted tiene suficiente orgullo para evitar contactos posteriores a su salida, o usted espera una reconciliación tan deliciosa y “tan cliché” como la terminada misma.

  1. Deje una carta lo suficientemente explícita.
  2. Desaparezca.
  3. No llame y no se deje contactar.
  4. Si lo hacen, llore, grite y rasgue. La violencia siempre es buena para estos casos.
  5. Un tiempo después, decida que hacer dependiendo de las reacciones que tome su pareja.

Para que sean completos estos pasos, me he tomado el atrevimiento de dejar un modelo de carta. Ésta se usó de otra forma, pero que por su belleza bien podría ser apropiada para este caso:

Un poema y un adiós

para los ojos que me abrieron el camino.
Como un pañuelo blanco
de tristes presagios
enjugo estas lágrimas con pena
y escribo un adiós infinito
como la espuma del mar
que no vimos juntos.

Un poema de suaves palabras,
de un atormentado anhelo
por que no me olvides
aún cuando haya alguien más
que se convierta en tu bienamada
de última hora.

Que no se trasnochen tus deseos
que no alimentes el despiadado
intento de no ser feliz
y que se cubran de arena
las manecillas del tiempo
que venga a tu vera para hacerte sufrir.

Un adiós de manos
y caricias que ya no sucederán
entre nosotros,
aún cuando se me reviente el alma
por querer tenerlas
atrapadas como palomas entre mis dedos,
aún cuando mi corazón
se haya abierto de par en par
para sangrar de pena
para conjugar preguntas
que nadie responderá.

Un poema de plumas
que se irá volando a la intemperie
como el olvido.

Una razón sin voluntad,
porque el amor no puede olvidarse
no puede perderse
así de pronto.

Y sí
hoy es día de llorar
de izar las banderas más oscuras
de mi alma
y ondearlas al viento sonoro
de la tempestad que se avecina.

Y te digo adiós con estos ojos de náufrago
que te amaron por ser una brújula
de espacios puros y de alegrías.

Te digo adiós con un puño cerrado
que lastima
ante la impotencia de que no hayamos hecho nada
para mantener a flote nuestra nave.

Un poema
un triste poema de despedida
que sin más te dirá al oído
que tu amor se fue de rumbo
a navegar en la sombría noche
de la soledad.

Mis manos sin tus manos
mis labios sin los tuyos
estos sueños
estas ganas
todo perdido
vuelto pedazos
en una ciudad que te nombra
una canción que te canta
una mujer que fue tuya sin más

Un poema
que se acaba
el adiós
marchitándose en mi boca

Que ya no encuentra tu sabor.

Terminadas miserables

Estas son un poco para los que son tan débiles que no pueden elegir un terreno neutral para el cierre de la relación. Tenga en la cuenta que cuando usted sale, deja todo manchado y golpeado. Así, pues si termina en su terreno lo que hará, será violar su espacio, mancharlo, y exponer a su pareja a que incómodos personajes indaguen sobre su relación. Lo que es peor, les dará la razón. Po otra parte si elige su espacio, usted estará en la comodidad y seguridad que éste le dan. Estará de local. Tendrá ventaja, incluso, si calcula mal, hasta tendrá que hacer un último esfuerzo por ayudar a esa persona herida a llegar a un lugar seguro fuera de su alcance. Si lo que usted quiere es causar un dolor de ruptura tal que aísle a esa persona de una vez por todas. Sea miserable. Aquí algunas formas:

  1. Termine por teléfono. No de la cara.
  2. Asegúrese de dejarse ver besándose con alguien más.
  3. Explíquele todos los defectos que tiene su pareja en la cama, y mientras lo hace condimente la explicación con los defectos que usted le encuentra a sus padres.
  4. Mienta sobre momentos felices. Por ejemplo, diga que no fue cierto cuando sintió felicidad por los regalos que le dieron.

¿Terminadas?

Yo digo que usted puede salir para volver a entrar. Pero para entrar de otra forma. No espere entrar igual. Cuando usted lo hace degenerará esta terminada de relación en algo que no es terminar, es intermitencia. Aclaro que preferí no incluir este tipo de terminadas (me refiero a las situaciones en las cuales una pareja termina y vuelve en tiempos muy cortos y de forma reiterativa) por no considerarlas como tal, sino más bien un tipo de dinámica de una relación.

En cambio, he incluido en esta clasificación a las relaciones que terminan de una forma pero renacen de otra. Cuando uno se esfuerza tanto en la construcción compartida inevitablemente habrá cosas que no querrá perder, a pesar de haber estado seguro de querer salir.

  1. Ordene bien las razones que lo hacen querer salir.
  2. Ordene bien las razones que lo hacen quererse quedar.
  3. Póngalas en una balanza y déjese llevar por la mayoría simple. No alargue los tiempos ni lo piense demasiado. Comenzará a hacerse y a hacer daño.
  4. Cuando lo tenga claro, con el mismo método, comuníquelo. Claro, si está complemente seguro de que las cosas que lo hacen querer salir son estructurales, irremediables o tan pesadas que la balanza casi alcanza un ángulo de 30 grados. Claro, que si puede resumir las cosas que lo hacen querer salir, en aquellas más trascendentales o hacer entender que es una acumulación de muchas cosas pequeñas, sin mencionarlas todas, pero mencionando algunas, será mucho mejor.
  5. Póngase el brazalete negro y de un digno sepelio a la relación (ustedes eligen la forma de despedirse que sea cómoda para ambos).
  6. Conserve el luto hasta que ambos puedan contarse sobre sus otras relaciones sin hacerse daño (así las otras relaciones no existan). Este paso es complicado, porque se requiere conocer bien a la otra persona y saber leer sus reacciones. Seguramente que si usted aún desea conservar una amistad con esa persona será porque ha logrado hacer esto antes.
  7. Vuelva a hablar e incluso verse. Comparta. Hasta donde sea sano. Y aléjese de nuevo. El poco a poco funciona.

Terminadas reemplazos

Me refiero a las terminadas producto de reemplazos. Es decir, cuando uno se aferra a una rama antes de soltar la que se tenía aferrada desde un principio. Debería decir que es indiferente si se ha alcanzado a consumar una relación nueva (es decir si los famosos cuernos han comenzado a hacerle doler la cabeza a alguno de los dos) o no. Pero no puedo hacerlo, pues desconozco ese dolor y afortunadamente no he tenido la posibilidad de infligirlo. Así que dejaré la sección de comentarios dispuesta a que los lectores amplíen ésta ya muy larga guía.

  1. Las dudas carcomen. Así que es mejor que se sepan cuando uno ha sido reemplazado. Sin embargo la autoestima es importante para rehacer la vida sin la pareja, así que si se pueden evitar los golpes mucho mejor. La gente suele evitar este tipo de rupturas usando las Terminadas con excusas. Evalúe y decida cuál usar. Lo otro que puede tener en la mente, es que a pesar de que la honestidad es buena y deseable no es necesario que sea en caliente que se diga. Puede darlo a conocer luego, cuando las heridas no estén tan abiertas. Claro, a menos que quiera una Terminada miserable.
  2. Dedique sus esfuerzos a entrar no a salir. De cierre pronto y continúe. Mientras usted cargue a cuestas la terminada anterior, muy pronto estará cargando a cuestas dos terminadas. Recuerde que lo importante ahora es construir y que si decidió salir es porque iba a entrar a otra parte. Aunque usted realmente sea culpable, deje los sentimientos de culpa para otro momento. En términos prácticos, si ya le hizo mal a alguien, no le haga mal a dos más (usted y su nueva relación).
  3. En cuanto pueda sane las heridas. Pero deje que pase el luto. Puede que no pueda sanar las heridas, pero al menos servirá de desahogo y de blanco de algunos golpes físicos o verbales, muy posiblemente merecidos. Esto estabiliza el karma. Y puede que hasta sea perdonado (por usted mismo, es lo más importante).

Bueno, con esto termino y dejo la guía abierta a mejoras. Recordando que si se sale, es porque había más luz afuera de la casa. Y si se dio cuenta de que estaba equivocado, recuerde que siempre pueden cambiar las cerraduras, las placas o los dueños de la casa (o todos juntos).

PS: Sírvanse las lectoras femeninas de cambiar de género cuando lo consideren adecuado, y los lectores masculinos de hacer lo propio. Aunque sería políticamente correcto escribir en los dos géneros, sería completamente tedioso.

2 comentarios:

Macaco dijo...

Magistral Kxi, un poco tarde para mí, pero tu guía servirá de faro para futuras generaciones (o hasta que decidamos cerrar este chuzo).

Mauro Z dijo...

Realmente interesante, te has tomado tu tiempo, y se ve que has tenido muchos amigos que han pasado por deiversas situaciones.

Yo sigo pensando que las terminadas unilaterales, aunque muchas veces son necesarias, muy pocas veces se pueden tomar bien en el corto plazo. Tambien la experiencia me ha dicho que si se hacen las cosas correctamente eso podrá fundamentar futuras y fuertes amistades en el mediano y largo plazo.

Ya te ampliaré alguna, cuando sea el momento.