sábado, 29 de marzo de 2008

¿No sienten envidia por los perversos?

Yo a veces sí. Y creo es algo natural. La envidia. Es natural que cuando uno se ha esforzado mucho por conseguir algo y otro lo obtiene con menor esfuerzo que uno se sienta un poco miserable. Incluso algo tonto. Uno se pregunta si los pilares con los que fue criado son los correctos. ¿Por qué hay entonces tanto perverso por ahí suelto haciendo daño a los demás entonces? Parece que no tuviéramos armas para defendernos de ellos. Entonces es natural envidiarlos un poco (¿Son más poderosos?). Pero algo muy fuerte dentro de mí me dice que mis padres no se equivocaron. Que la envidia no es el sentimiento más apropiado para sentir por un perverso. Divaguemos un poco:

Mi profesor de sociología decía que un perverso, a diferencia de lo que está en el imaginario popular, no era alguien malo (mucho menos alguien muy malo, como se cree). Simplemente era alguien que no reconocía el bien del mal. Mejor dicho, que no sentía culpa cuando hacía el mal. Porque si algo diferencia estos dos conceptos son las sensaciones de satisfacción o culpa que genera cada uno. Eh, sí, el malo siente satisfacción cuando hace mal. Pero el perverso le da lo mismo hacer el bien que el mal. Éste se guía más por el placer y el deseo. Y sabemos por experiencia propia que los motores de placer y deseo son diferentes en cada persona y tienen diferente intensidad. Desde entonces, me cuido muy bien de usar la palabra. Y procuro usarla bien.

Me gusta entonces pensar que la joven y bella que usa su cuerpo para venderle placer al poderoso a cambio de ser también ella poderosa, es más perversa que mala. Que nunca aprendió que su actuar enferma a la sociedad que la rodea. Que hace mal. Que no se da cuenta. Me gusta pensar que no lo sabe, y que por eso no le importa. Me gusta pensar que si lo sabe, no entiende que está haciendo mal a otros. Me gusta pensar que ella piensa que sólo se hace mal a ella, y que hasta altruista se siente.

También me gusta pensar que quien le paga a ella por placer subvalorando el trabajo de los demás es perverso y no malo. Me gusta pensar que el que se vuela la fila no entiende que irrespeta al otro y le genera malestar, incrementando la entropía del mal. Me gusta pensar que quien tiene el poder de matar a otro, de secuéstralo, de drogarlo, de traficar con su vida no entiende que lo que hace destruye la especie (su especie) y transgrede profundamente el balance natural que nos mantiene vivos. Me gusta más pensar que no lo saben, o son cortos de entendimiento. Me gusta pensar que son perversos. Y como perversos están en un estado locura. Al menos en una de sus formas. Son entonces enfermos mentales, en cierta forma, y por lo tanto hay que ayudarlos. Me gusta más pensar esto.

Entonces es natural que sienta un poco de envidia. ¿De los enfermos? ¿Por estar sano? No tanto. Más bien, de no sentir culpas. De no afrontar responsabilidades. De ser un poco ignorante. Así cuando equivocadamente haga el mal, no lo sabría. Alguien tendría la responsabilidad de ayudarme. Alguien que no estuviera enfermo de perversidad. Pero luego reacciono. No quiero que otros sientan lástima por mí, como yo la siento por los perversos. Es mejor hacer algo por ellos. Como educarlos y hacerles entender que lo que hacen está mal. ¿Pero debe ser mi labor? No estoy tan seguro. Tampoco que no la sea. Pero si hay varias cosas que tengo claras: No quiero estar enfermo. Ni aunque así reciba ayuda. De todos modos mi envidia no es tan fuerte. Es pasajera. No me carcome. Quiero ser consciente de mis actos. Buenos o malos. Y responsable de ellos. No quiero vivir en ignorancia como los perversos. Así eso los haga más felices. De todos modos la felicidad está sobrevalorada. Y también quiero seguir pensando que hay mucho perverso por ahí que se puede curar. Y no, que hay mucho malo por ahí que hay que encerrar o matar.

PS: Lo último es más complicado y da para una divagar otro rato. ¿Si se mata a alguien malo no se comete en si mismo otro acto de maldad? En fin, ya habrá su momento para hablar de la pena de muerte, pero no este.

PS 2: Obviamente usar la palabra "perverso" de esta forma me ha traído muchos problemas de comunicación. Dado que el común de la gente no la entiende de esa forma y cuando se lleva a una discusión con argumentos, el primero que salta a relucir es la definición formal de la Real Academia de la Lengua (la cual también da para otro artículo) que la define de esta forma.


PS 3: Quienes me conocen, saben que disfruto claramente de pequeños momentos de maldad, los cuales no los entiendo como graves. Quienes me conocen saben que a veces, también soy algo perverso.
PS 4: La foto me la envía algún amigo por mail en alguna de las innumerables cadenas que me llegan. Y quien la inició tuvo el desocupe de bajarla de esta página junto a otras 20 más y de montarla en una presentación.

2 comentarios:

Mauro Z dijo...

"Sumamente malo, que causa daño intencionadamente"

¿Si esa es la definición de la RAE, entonces tu te basas es en una definición filosófica o una médica, que por "definición" estaría en contra de la definición de la RAE?

Pero en todo caso me parece un tema interesante para discutirlo. algún tiempo divagué sobre los diferentes estados del "saber", que se representa en 4 niveles:
1. El que no sabe que no sabe.
2. El que sabe que no sabe
3. El que no sabe que sabe
4. El que sabe que sabe.

Al cuarto le llaman triunfador, al tercero autómata (actua por rutinas), al segundo le llaman ignorante y al primero... creo que feliz (que mejor que ser ignorante de uestra propia ignorancia).

Nah, no lo creo, no creo que la felicidad se logre a través de la ignorancia, a pesar de todas las pruebas que afirman que así es. En todo caso siempre trataré de estar en el primer caso (en los temas que me interesan, no se podría ser así en todo), pero todos tenemos un poco de los cuatro, lo importante es teniendo en cuenta tu sociedad, en cual te dejas llevar como preponderante.

y si, J, algunas veces eres perverso (cosa de lo que yo sería incapaz :P) como cuando dices cosas como "la felicidad está sobrevalorada".

kxi dijo...

@Mauroz: Es una definición sociológica. Y la RAE también está sobrevalorada. Además, ella no puede competir con saber más específico desde que decidió (para ser más popular) dejar incluir definiciones nuevas de palabras popularizadas. Supongo que algunos años si la palabra "parce" se comienza a usar en otros países también aparecerá. En todo caso, ese no es el tema del artículo.

En cuanto a los estados del saber, pues sí. La felicidad está sobrevalorada. Yo no aspiro con vivir feliz. No persigo ese objetivo. Yo quiero sentir tristeza, quiero sentir felicidad, rabia, malestar, satisfacción, placer, enojo, hambre, etc. Yo quiero saber, y sufrir para conseguir lo que quiero y así disfrutarlo más. Yo no quiero ser feliz. Yo quiero vivir. Y si, aprecio mucho la felicidad y me gusta ese estado, pero hay cosas que en conjunto son más satisfactorias que la felicidad.

Ahora Mauro, si fuera cierto que pudieras estar siempre en el estado 4. pues sería cierto que serías incapaz de ser perverso, pero la verdad yo pongo en duda que seas capaz de estar en ese estado y además ser feliz. Piensa nada más que tus caprichos (que te hacen feliz), cuando sabes que esos caprichos hacen infeliz a quien tienes cerca, eso te hace feliz? ¿No te haría más feliz no darte cuenta de que tus caprichos que te hacen feliz hacen infeliz a quien quieres? A qué no eres incapaz de ser perverso.