3:10 to Yuma

3:10 to Yuma es un remake de un clásico de 1957. Una película del oeste que pasaría sin más, entre tantas, excepto que en esta la historia, la actuación y la puesta hacen que uno quede impactado y enamorado de esta película.

A pesar de no ser fanático de Rusell Crowe, pero aún así haberme visto muy buenas actuaciones de él (American Gangster, Cinderella Man, Gladiador), debo reconocer que su papel de malo en esta es excelente. Si usted es muy sensible, puede llegar a tener pesadillas con él. Queda advertido.

Por otro lado, Christian Bale, a quien no reconozco como Batman o el Mago de Prestige, me deja un sabor raro en la boca, no se si el personaje era así de taimado o le falta algo de desarrollo al personaje, al final he quedado satisfecho.

La historia no puede ser mejor, el final aunque se devela en el transcurso no deja de ser sorpresiva, no solo por los giros, sino por la frialdad con que se toman las decisiones.

No podría dejar de mencionar al tercer actor que hacen la película, Ben Foster hace el patiño de Crowe, el seguidor y salvador de su jefe, el malo malote desalmado y sin moral, y como lo actúa de bien. Este personaje, Charlie Prince, no es calculador y frío como Ben Wade (Crowe), sino desalmado y emocional, lo cual hace una mezcla interesante de caracteres y colabora mucho con el desenlace.

Es definitivamente una promesa de clásico a pesar de ya serlo, una de esas que no se deben perder.