Muy buen día lectores de este blog. Hoy el Jueves del Aleph, por coincidencia, tiene el enorme placer de ser el responsable de celebrar el PRIMER AÑO DE ESTE BLOG, y lo celebrará obsequiándoles a ustedes un Cadáver Exquisito, que encontrarán más abajo. Efectivamente hace exactamente un año fue escrito el primer artículo de este blog. Que además, es justamente el artículo más visitado, e incluso, ahora después de un año, sigue siendo constantemente consultado por cibernautas despistados, que nuestro amado San Google trae hasta nuestras costas.
Durante este tiempo el blog ha pasado por varias etapas: después de un parto solitario a manos de kxi, adoptado a los pocos días por Macaco, Mauro Z y el casual Sama, y luego, reforzando la paternidad por Omaroti, ahora es un niño grande y saludable, donde publica en promedio 1.5 artículos al día (no se quien es el degenerado que deja los artículos a la mitad), donde se da el lujo de regalar boletas a cine, hacer rifas en su celebración de cumpleaños, etc.
Para dar algo de estadísticas, hemos publicado 344 artículos (contando éste) y hemos recibido 1681 comentarios. No empezamos a contar desde el primer día, pero desde el 25 de octubre hemos recibido 49.202 visitas, lo que nos hace suponer que desde el inicio ya superamos las 50 mil visitas, un número nada despreciable. Además hemos ganado nuevos amigos, reforzado lazos con viejos amigos, y conocido a personas muy interesantes, así como enriquecido el lado artístico que tiene esta manada de ingenieros.
Sé que los otros miembros del colectivo no esperaban una introducción tan larga, porque para hoy tenemos una sorpresa adicional, que ya no es una sorpresa porque lo anuncié al principio, un Cadáver Exquisito, como ya lo hicimos una vez en este blog, pero esta vez será escrito en tiempo real y ante los ojos de los que lo quieran seguir. La dinámica será mas o menos la que sigue: Yo empezaré escribiendo un párrafo del cual solo se verá la última frase (en realidad si se podrá ver, solo que no es la idea). El que sigue (osea J, creo) escribirá un párrafo teniendo en cuenta solo esa frase, sin leer todo el párrafo, y dejará todo oculto menos la última frase... y así, hasta que el último de los 5 termine y ahí si lo ponga todo visible. Adicionalmente a todos nuestros lectores se les recibirán los comentarios con lo que creen podría continuar despues de la frase que esté de turno, con el compromiso que el que no haya escrito no leerá los comentarios hasta despues de leer para no sesgarse. En fin, creo que esto ya está muy largo, así que de una vez por todas, los dejamos con nuestro segundo Cadáver Exquisito:
Azul Marinado
Una a una, las gotas de lluvia ácida iban cayendo sobre la avenida, y sobre sus hombros, sus ojos que ya estaban aguados, su cabeza sin sombrero. En realidad, no era lluvia ácida, aún el planeta no ha llegado a eso, pero era lo que sentía, porque cada gota iba arrasando tras de si un poco de sus sueños, un poco de su realidad, un poco de sus esperanzas, y lo dejaban ahí, con la gabardina puesta y el alma desnuda, caminando sin rumbo por lo que prometía ser una de las noches más largas de su vida. En el camino sin tiempo que iba llevando, le llamó la atención una puerta en medio de casas desdibujadas, era tal vez la única puerta definida en su realidad, y ahí, con su gabardina y su desnudez, decidió cruzarla y descubrir qué se encontraba tras de ella.
Contrario al fuerte deseo que comenzó a sentir por cruzar la puerta, y que crecía cada vez que se acercaba a ella, cruzó muy lentamente. Primero miró el suelo y se detuvo. Después recorrió lentamente con su mirada el marco de la puerta y fue girando su cuello para alcanzar a mirar los espacios que el simple giro de sus ojos no le dejaban mirar. Pensó, que era un lugar descuidado y le prestó especial atención al óxido que los espacios sin pintura dejaban ver. Parece que calmaba su ansiedad por conocer, el hecho de ocupar su mente con estos insignificantes detalles. Parece que el tiempo corriera más lento. Finalmente el deseo fue tan grande que no pudo seguir distrayéndose con detalles insignificantes. Su, ya resbalosa pero fría piel, se encontraba cubierta de sudor. Su gabardina dejaba entrever su piel brillante, y la respiración acelerada mostraba a cualquier espectador que se encontrara el acompasado baile de su pecho. Con cuidado deslizó su mano por la vieja y corroída madera, que se podría pensar que en algún tiempo fuera verde. Ésta no opuso resistencia. No tenía chapa. Mientras la puerta crujía y la oscuridad se hacía más grande, el piso de tierra se descubría dejando sólo un fuerte olor a ruda como presentación a los sentidos. Con toda su desnudez, dejó escapar su pierna de la gabardina y cruzó el umbral. Su nariz se convirtió en la única guía de su cuerpo.
– ¿He soñado antes dentro de un sueño? – se preguntó, mientras recordaba aquel día, bajo las sombras de un samán y de su alazán atado a su tronco, las palabras con las que su alumna discernía sin apuro, bajo el efecto del jugueteo de sus dedos entre su pelo y las caricias de incontables yuyos alrededor de su cuerpo maduro. Qué tenebroso, decía, poder encontrarnos durmiendo dentro del sueño de un sueño, sin saber entonces si al despertar, estuviésemos aún durmiendo, con la certeza de que nada de lo que sentimos y pensamos es totalmente cierto.
Agudizado su olfato y el tacto de sus pies, sintió que el aire, el agua, las plantas, de común acuerdo, guiaban sus pasos hacia una fría y débil luz que emergía desde el suelo.
Una escalera rústica que descendía como una caracola hacia un murmullo desconocido, apareció ante sí, iluminada sólo por instantes por la intermitencia de decenas de luciérnagas. Continuó entonces su insondable periplo, aferrándose con firmeza a la arcilla de los muros, mientras el viento se colaba hacia sus huesos por entre los recovecos que no salvaguardaba su única prenda de vestir. Minutos más tarde, eternos como la soledad que su alma había experimentado todos estos años, se encontró frente a una especie de anfiteatro, como una réplica a mediana escala de los legendarios monumentos romanos, rodeado de candelabros encendidos y atravesado diametralmente por una angosta pasarela carente de barandas, mientras el rumor de un precipitado caudal se hacía mucho más audible desde lo profundo. El temor que lo desconocido y lo inexplicable suelen infundir se disipó de su corazón como la niebla en verano, al verla sentada en el centro del aquel vertiginoso círculo, sobre un aparente altar de sacrificio, gris, duro y glacial, tal y como recordaba sus ojos hasta ese momento.
Pero toda la paz y tranquilidad que experimentó al verla, se sacudió repentinamente al darse cuenta de que él, su carcelero, su más amado discípulo, se encontraba a tan sólo unos metros de ella, sigiloso, entre las sombras y los odios. Odios alimentados a través de los años, con cada paso, con cada aliento, con cada sufrimiento. La desesperacion brotó por sus poros, y sin pensarlo, corrió a protegerla. Un frío helado, como una estalactita ártica se incrustó en su costado causándole un dolor indescriptible. Irreparable. Tal vez fue demasiado tarde, tal vez demasiado pronto. Los gritos de ella llenaron completamente el recinto, y sólo eran comparables con la sonoridad de las carcajadas de Haifás. Él se acercó sonriente, lo tomó del brazo ayudándolo a reponerse, y mirándolo a los ojos le dijo: – Hola padre. ¿Me recuerdas?
Eran palabras vacías, orientadas a un viejo que ya no recordaba ni su nombre, ni donde estaba, ni su edad. Aún más, habían muchas personas que lo dudaban, sin embargo, tenia la fuerza de un buey. Así que se deshizo del desconocido muchacho de un tirón, se limpio el pantalón con las manos (o viceversa) y salió caminando a lo que él creía era su casa, o al menos su destino de ese momento.
Caminó hasta que cayó otra vez, se volvió a reponer, y volvió a tomar su camino. Un nuevo camino, otra vez.
PD: Esperamos que esta entrada sea desbordante en comentarios, ya que esa será la forma de saber que ustedes aprecian este espacio que les estamos brindando.
jueves, 25 de septiembre de 2008
¡Feliz Cumpleaños A Nosotros!: Cadavre Exquis
Esto lo subió Mauro Z en 10:33
Etiquetas: 4. Jueves del Aleph, 6. Sábados de ¿Para dónde va el Manual?, blog, cadaver exquisito, cuento, cumpleaños, kxi, macaco, mauroz, omaroti, sama
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7 comentarios:
Y lo acabamos.
A quedado realmente excelente, debemos seguir con esta práctica mas seguido.
Por cierto, obito, muy interesante tu aporte también, muchas gracias, me hubiera gustado que mas gente se le apuntara a escribir. Mas adelante haremos uno con lectores a ver como nos va
Jeje, estuvo bueno.
Lo único que no me cuadraron fueron los pantalones que Macaco le puso al tipo.
Caramba, qué interesante quedó. Yo había pensado en un cuerpo desnudo, y aunque así lo transmití no fui explícito (ni nadie) por lo tanto creo que los pantalones de macaco no van en contra de la repetida desnudez de su alma.
PS: Salgo de la oficina. Creo que no podré prometer un antes de 8pm :( Nos vemos ahora
que interesante es como una montaña rusa subidas, bajadas y un tanto de agradable mareo al final.
un texto denso pero aunasi agradable de leer que me sorprendio con sus curvas inesperadas pero con una continuida apreciable (o son muy geeks o se conocen muy bien)
y francammente me gusto mucho la propuesta de obito incluso creo que hubiera podido encajar
por cierto el anonimo anterior es mio se me fue el enter
TRansmite y mucho... recordé esa frase tan célebre: "agarrando pueblo" utilizada para una película.
Los q acabamos de leerlo solo pudimos decir: Gracias... el jueves del aleph es una posibilidad de viajar sin moverse de la silla, paradojico no?¿ pero excelente!!
Gracias Hada!
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