martes, 15 de abril de 2008

Pasos correctos para triunfar en mercadeo

Hoy, como hace ocho días tampoco iba a escribir nada. Esta vez no tenía que matar a ningún lobo con un cortaúñas sino que estuve muy ocupado con el trabajo. Tal vez, como hace ocho días, al no escribir nada, las visitas se duplicaban. Eso a veces pasa en mercadeo, como falta un producto para vender, entonces los de ventas meten pedidos de ese producto para justificar lo que no se pudo vender.

Bueno, el caso es que como hoy pude salir temprano (es decir, a la hora que debería salir todos los días, no temprano realmente) del trabajo decidí pasar por aquí y desahogarme de las semanas tan desalentadoras que he tenido últimamente. Seguramente, voy a tener muchos detractores, esta vez, como acostumbra a tener Macaco, pero qué me importa. Igual me quiero desahogar un poco, así que no pienso hablar bien (aunque también podría hacerlo) en ningún momento. En fin, ni sé por qué comienzo con disculpas (debe ser vicios del área), mejor voy directo a los pasos.

Lo primero que hay que hacer es protegerse bien. Es decir, hay que saber la información antes que todos, así podrá ser usada de la forma correcta y se podrá acusar a otro antes de recibir el regaño. Siempre hay que hacer que otros hagan el trabajo por uno para que sea siempre otro el culpable de los malos resultados. Pero tenga presente que ese otro no se entere, o tenga baja autoestima, o crea que hay que arrastrarse para llegar a la cima, pues así, podrá cobrar en los triunfos del trabajo realizado por ese otro, cuando los haya.

Tenga al día las buenas relaciones con todos. Es incluso indispensable para el punto anterior (creo que debería ir antes este paso pero si usted quiere triunfar en esta área no es precisamente la coherencia la que lo va a acompañar). Siempre es necesario tener buenas relaciones para protegerse, para que otros trabajen por uno y sobre todo para que lo mantengan a uno informado. Eso sí, nunca revele sus verdaderas intenciones, recuerde que nadie en esta área es totalmente transparente (de hecho nadie es medianamente transparente), así que no confíe totalmente en nadie. Sólo asegúrese que el nivel de fidelidad que le guardan sea el suficiente para que los favores se sigan cumpliendo. Aquí se vive de los favores. Claro, no como en la política, pero en menor medida se vive de ellos.

Aprenda a disculparse. Esto, claro está, para explicar cuando no le vaya bien. Y cuando los otros piensen que usted abusa de ellos al ponerlos a hacer su trabajo. También para poder pedir más favores. No se preocupe por entender el porqué, cuando no le vaya bien. Tampoco lo haga cuando le vaya bien. De todos modos nunca se sabe. Todo el trabajo lo hacen los demás. Usted sólo preocúpese por saberse disculpar cuando sea el momento y atribuirse los triunfos cuando sea el otro momento.

Divague. Como si fuera un sábado. No aterrice ninguna idea. O correrá el peligro de comprobar que no servía para nada. Mejor ande entre las ramas, chispotee un poco por aquí, un poco por allá, y así parecerá que trabaja. Con esto ganará tiempo y cuando llegue el cierre de mes mire a ver qué pasó.

Dese buena vida. Un buen “mercaderista” (como me decía un antiguo jefe de producción que tenía) come bien, duerme bien, llega tarde a trabajar y compra ropa fina. Qué parezca el amo de la compañía. Que la gente tenga que pedirle a uno favores por el poder que parece tener. Así, también será más fácil cobrarlos después cuando uno necesite que otros trabajen por uno. Igual los favores que le pidan no los va a hacer usted, sino alguien más.

Sobreesfuércese. Trabaje mucho (y cuando le sea imposible hágase el que trabaja o invéntese una reunión). Haga muchos archivos. Que la gente lo vea en la oficina hasta tarde. No importa que lo que esté haciendo realmente no sirva para nada. Así simplemente dará la imagen de que usted trabaja más que todos los demás y podrá exigir. Más plata, más trabajo de los demás, más de lo que quiera. En fin, una buena imagen es el resultado del éxito que se logra al seguir amañadamente estos pasos. Y claro, es la garantía del éxito en el área.

Claro, usted también puede seguir un solo paso y lograr los mismos o mejores resultados: Averigüe cómo vender más y exponga una estrategia exitosa que también se encargará de cumplir y entonces triunfará, pero por hacer un buen mercadeo. Lo cual no tiene gracia ni es tan divertido.

PS: Para ser más incoherente (no mencioné la falta de coherencia como factor clave de éxito? Bueno, eso es porque los secretos del éxito no se revelan totalmente nunca en mercadeo), tampoco voy a decir de dónde tomé "prestada" la foto que acompaña este escrito.

6 comentarios:

Mauro Z dijo...

Intersante. Realmente interesante. Digamos que me acabas de reforzar la idea (que no sabía que tan sabia había sido), que definitivamente Mercadeo es una de las áreas en las que NO me quiero enfocar (en la U siempre estuvo al final de la escala, y ya saben que en Ing Ind la escala es bastaaante larga).

No se si es impresión mia, pero es justo lo contrario que en planeación. Claro, igual se trabaja hasta tarde, pero aca la coherencia y el trabajo propio y bien hecho es lo que te posiciona. Tal vez porque aca los jefes SI saben de que se les habla, o simplemente porque la dinámica del negocio se alinea de una forma diferente.

Claro, los de mercadeo siempre ganaran más (también derrocharán mucho más), pero esa es otra de las muchas caras de la moneda.

Así que, ánimo kxi, no a seguir o a irte, sino a definir lo que realmente crees que es lo mejor, y luchar por eso.

Macaco dijo...

En últimas no es tan distinto de cualquier otro trabajo en cualquier otra empresa.

Algunas tratan muy bien a sus empleados y se dan cuenta de lo que valen, por lo que hacen, pero la gran mayoría solo piensan en dinero, y piensan en sus empleados igual que pensarían en una silla, un computador o una tuerca.

Otras, las más poquitas, saben que son los empleados los que hacen que se mueva la empresa, y bueno, los tratan bien.

Anónimo dijo...

Ouch!!! Hasta hace unos meses que estuve buscando opciones de empleo, estaba muy contenta (y obsecionada) por tener una oportunidad en mercadeo...ahora me doy cuenta que debía haber hablado contigo más al respecto...
Por ahora estoy Feliz en Planeación...y concuerdo con lo que dijo Mauro al respecto...
J, en realidad no sé exáctamente que te está pasando pero espero que todo te salga demasiado bien!!!

Anónimo dijo...

Ja ja ja ja! Me rei mucho! Yo hubiera incluido

“Conviertase en un maestro para sustentar los machetes de excel, siempre aparente seguridad en lo que hizo, pero nunca confie totalmente en excel, es su aliado, pero puede ser su peor enemigo” en el punto en el que decis que nadie es medianamente transparente (por que incluso el excel te va a echar la culpa de una cagada cuando pueda)

kxi dijo...

La verdad es que hay cosas muy buenas en mercadeo. Pero en este momento me gustaría regresar al área que originalmente me gusta, así que en un momento crítico de la semana llegué a la casa a desahogarme. Visto con otros ojos y con otros gustos, tal vez todas las cosas malas que resalté no sean tan así de malas. Además no son iguales en todas las compañías ni con todos los jefes. Eso lo escribo para aclararle un poco a @Ale.

Cuando iba a pasar a Mercadeo mucha gente me habló pestes o otra mucha más gente me habló bondades (porque depende de la historia que haya vivido cada uno y de los gustos y metas que se tengan). Yo quise vivirlo yo mismo y aunque no me ha ido mal, me di cuenta de que no es lo mío. Pero no puedo recomendar a nadie al respecto, sólo contarle en detalle mi historia (y definitivamente el post no muestra el detalle, para eso tendrían que invitarme unas cervezas).

En todo caso, obviamente no me quedo con las manos cruzadas y estoy tomando acciones precisas para cambiar mi situación, que por el momento no es desesperada.

kxi dijo...

@macaco: Concuerdo completamente con tu comentario. Sólo aclaro que en empresas muy grandes donde hay juegos de poderes definidos entre áreas, a veces las políticas de trato al personal (si no hay sindicato que los represente) se pierden en el camino. Así pues, no podría decir que en una empresa tan grande como la que estoy no se valore, en general al personal. Pero en áreas específicas (conjunto de trabajadores pequeños, de no más de 10 personas) si llega a suceder esto.