miércoles, 30 de abril de 2008

Instrucciones para disculparse

Como me gusta estar a la moda (casi nunca, pero esta vez si), pues se me ocurrió quedar mal, y después disculparme. Como lo vienen haciendo mis compañeros. De pronto así se incrementan las visitas. Al parecer es inversamente proporcional, el publicar, al que seamos visitados. Espero que sea por una cuestión de expectativas*.

1. Para disculparse primero hay que quedar mal (hecho, ayer no publiqué mis instrucciones de los martes).

2. Una vez que quede mal, debe encontrar una motivación para disculparse. Si usted queda mal y no le importa en lo absoluto, pues para qué tendría que hacerlo. La mía, en particular, es que este espacio, es mío. Es para volar, para escribir y relajarme. Es para ausentarme de la vida diaria y desarrollar mis habilidades. Así que me siento mal por no darme esa oportunidad. También me siento mal con quienes ya se han acostumbrado a que yo me de esa oportunidad y les gusta ser testigos de esos momentos.


3. Está ligada a la segunda. Hay que encontrar con quien disculparse. Si usted no agravia a nadie, pues ante quién se va a disculpar. Esto lo incluye a usted mismo, lo que pasa es que es medio torpe ofrecer disculpas públicas solamente a usted mismo. ¡Qué modestia! o, ¡qué derroche de egolatría!. "Me quiero tanto, que le tengo que contar a todos que me acabo de ofrecer disculpas, y cuando estuve en paz conmigo mismo me disculpé". Por favor, no haga esto. Y pues, en el ejemplo que doy, claramente no lo hago. Aquí le estoy ofreciendo disculpas, es a mis lectores. A aquellos pocos testigos de este proceso de diversión por escrito. No sería serio de mi parte, si con mi formación y gustos no aprovecho las posibilidades que esta nueva era tecnológica ofrece para publicar gratis. Y si hay al menos cuatro personas que aprueban este hecho (el particular, de que yo publique, no el de la era tecnológica), pues a ellos van estas disculpas.


4. El momento del arrepentimiento. Igual, que el tercer paso, está relacionado con el segundo. Esto es, una vez encontrada la motivación para la disculpa, pues debo sentirme mal por no haber hecho lo que se suponía que debía haber hecho. Y ¿por qué? ¿por qué no simplemente puedo disculparme sin sentirme mal? ¿para qué el arrepentimiento? ¿acaso ese no es un concepto cristiano? Y pues, si. El sentirse mal es opcional. Es simplemente generar una motivación para no volverlo a hacer. "Si me siento mal de verdad, no voy a volver a querer faltar, en cambio, si no me importa, pues me vuelvo un descarado (caradura) y me la paso de disculpa en disculpa, de falla en falla." Ya he dicho yo antes, que sí me siento mal. Así que procuré esforzarme más por tener más y mejor material (en la medida de lo posible mío, no tengo tantos alter egos como macaco).


5. Una vez usted sienta ese remordimiento del cual le hablo en el punto 4, hágase a él, aférrese con todas sus fuerzas para derrotar el orgullo que le impida ofrecer la disculpa. Aquel que se cree tan independiente del mundo, como para no deberle nada a nada ni a nadie, pues le es más difícil ofrecer una disculpa. Porque en este momento debe exponerse tal y como es y pedir redención de otro, que en apareciencia no debería más digno que él para darla. En mi caso, no es tan difícil porque el otro es anónimo (bueno, uno que otro firma los comentarios, pero igual sigue siendo anónimo para mí, no he tenido la fortuna como Mauroz de conocer a quien me comenta. Bueno, salvo algunos amigos y familiares, a los cuales el hecho de que me disculpe les hará gracia).


6. Ya con todas las condiciones dadas, ponga cara de perro Giordano (creo que así recuerdo que se escribía el nombre de esos perros con ojos vidriosos que aparecían odiosamente en los cuadernos de mis amigas en la primaria) o cara de gato con botas de Shrek y ofrezca la disculpa. La cara solamente es para generar alguna gracia y obtener una disculpa de forma más rápida. Hay gente experta en estos artes. En mi caso, no. Pero igual, aunque lo fuera, no me tomaría una foto para ponerla aquí. Ya fue suficiente humillación mi baile del mapalé y creo que con eso pueden disculparme de todo lo que haga mal de aquí en adelante.


7. Diga: "Lo siento" o "¿Me perdonas?" o "Discúlpame" o "Qué pena, no lo vuelvo a hacer" (porque las disculpas generalmente se ofrecen con una promesa de reivindicación) o "Perdón" o "Porfis, porfis, porfis, discúuuuuulpame". En fin, hay una variedad infinita de posibilidades para este momento, para algunos humillante, para otros de tránsito. Escoja aquella que lo haga sentir menos incómodo. En mi caso: "Les ofrezco mis más sinceras disculpas por la falta, la cual me hizo sentir tan mal que incluso me obligaron a escribir el artículo un día después".


* Dato: Acabo de ir a revisar el historial de visitas, y la teoría de que la ausencia de publicaciones roduce más visitas es falsa. Tan sólo fue una coincidencia. O tal vez el hecho de hacer pública la teoría la anule.


PS: Le ofrezco también disculpas a el diario El Tiempo por tomar su imagen para ilustrar mi disculpa.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

gracia? cero, lo que me causa es sorpresa y más aún si encajo en tu disculpa una de las opciones para disculparse: por fis, por fis, por fis discúúúúúúúlpame jejejej y con cara de giordano ve y que!
ah y por cierto con tu EGO no dudo que te auto pidieras disculpas

Macaco dijo...

Que man tan agresivo, pensé que solo a mi me atacaba anónimo.

Conclusiones que puedo sacar:

- Te conoce, y le debes una disculpa, por lo cual siente que al dar disculpas públicas, y no a el, se sintió ofendido.
- Te conoce y alguna vez le pediste disculpas, pero al no ser tan públicas como esta, ahora siente que no fueron suficientes.
- No te conoce y piensa que no deberías pedir disculpa públicamente, pues a el le tocaría, por algún motivo oculto, pedirlas también, y es demasiado orgulloso para hacerlo.
- No te conoce y es un pelmazo.

Sama dijo...

Qué curioso que el octavo paso adicional que considero que hace falta, el cual es obsequiar un presente o detalle para intentar compensar la falta, esté ya de por si implícito en la disculpa, siendo éste la buena publicación que tenemos ahora entre ojos.

Podría haber incluso un noveno paso, que sería sentarse a esperar obtener una respuesta positiva o negativa de quienes se sintieron aludidos, pero pues eso sería solo para quienes se disculpan interesadamente.

Amor, respeto, aprecio, camaradería, comunicación; pienso que todos estos intangibles son suficientemente valiosos para justificar el valor de una disculpa sincera. Aún así, algunos pueden llegar a pensar lo contrario.

kxi dijo...

Si macaco, no se cuál de todas las opciones es, pero parece que al mismo anónimo que te insultó el otro día le molesta mi ego. En todo caso, no, no me disculpé ante mí. Tengo otros mecanismos para lidiar conmigo mismo.