Te Amo Ana Elisa

Te Amo Ana Elisa, fue una película que me fui a ver sin ninguna expectativa, solo con ganas de verme una película con buena compañía y apoyar las iniciativas Colombianas.

Me llevé varias gratas sorpresas, una de ellas, que no es de guerrilla, ni de droga (aunque aparece y hacen una hermosísima escena con ella), ni es una historia pendeja de amor; es una historia bien lograda, de esas historias que son diferentes a todas las demás y por eso vale la pena contarlas en la pantalla grande, sin que quede desfigurada por la exageración, el ridículo o las vulgaridades. Ana Elisa es un personaje creíble, que le pasan cosas creíbles, de esas cosas que no quisiéramos que nos sucedieran, pero que como historia hace un material digno de ser contado.

Otra de las cosas interesantes, es que incluso en los papeles mas cortos utilizaron actores de trayectoria, lo cual le da mucho de seriedad y hace que la interpretación te meta en el cuento. Hubo muchas actuaciones que me gustaron mucho, la de Ana Elisa (Adriana Arango) era justo lo que era, no tan extraordinario, simplemente hizo lo que tenía que hacer. Me gustó bastante la actuación de su protector, de su tío religioso, de su novio, de su hermano menor e incluso de los guarulas que la buscan. Pero el que se lleva a todos por delante, y sin ninguna discusión es Faber (Robinson Díaz), el hermano bobo de Ana Elisa, y el que se lleva todo el protagonismo, así como hace tal vez la mejor escena de la película, consumiendo droga y bailando con una prostituta (a nadie le daño la peli con esto, no se preocupen).

Otro dato a tener en cuenta es el audio. Hay cosas buenas y malas, pareciera no tener identidad al pasar de lo tropical a la música francesa, pero no desentona en realidad, no me parece lo mejor pero si pasa. Lo que si me parece realmente interesante es que tienen un sonido particular, asociado con la libertad del mar (al que hacen alusión), y con el cual todos nos vamos volviendo un poco locos. Pero es bueno ver como se van estallando las opciones, logrando que en los momentos de tensión o de mayor locura el sonido hiciera su presencia, pero casual, con lo cual todos terminamos condicionados a definir los momentos claves de la película.

Desafortunadamente el final me pareció muy cliché, al estilo de Juegos, Trampas y Dos Cañones Humeantes, pero bueno, aun así se puede disfrutar.

La recomiendo.