jueves, 28 de agosto de 2008

¿Quién mató a Croniamantal?

El Jueves del Aleph daba largos pasos, recorriendo insondables e interesantes caminos, perdido por semanas de sus lugares comunes, y extrañado por unos pocos de sus más allegados. Ahora, renovado y brillante, tan brillante como puede ser un punto que muestre todas las fuentes de luz (sin ser opacado por todos los rincones oscuros), decide introducir su mano en si mismo, y traer a primer plano un texto llamado "El Poeta Asesinado" de Guillaume Apollinaire. Y sin necesidad de pasar las hojas, ya que todas las hojas del texto estarían en primer plano, fue disfrutando los andares de Croniamantal, el Poeta. Y a cada paso de su historia, El Jueves del Aleph alzaba una ceja, fruncía su ceño, brillaba un poco, o derramaba unas cuantas gotas de todos los mares, viendo como nuestro Croniamantal, aun recien nacido, ya había perdido a tres padres y una madre. Por supuesto El Jueves del Aleph conoce todas las reacciones de los que han leído este texto, y por lo mismo no se los adelantará por completo, pero poniéndose en puntillas en la mitad-extremo de dos de sus desiertos favoritos, alzó la voz, y recitó un fragmento que le pareció realmente interesante:

El Poeta Asesinado [Fragmento]
Guillaume Apollinaire

- Vi a tu mujer ayer por la noche

- ¿Quién es? - preguntó Croniamantal

- No lo sé. La he visto pero no la conozco. Es una auténtica jovencita, como te gustan a ti. Tiene la cara sombría e infantil de las que están destinadas a hacer sufrir. Y a su encanto, de manos que se ubican para rechazar, le falta esa nobleza a la que los poetas no podrían querer porque les impediría sufrir. He visto a tu mujer te digo. Posee belleza y fealdad. Es como todo lo que amamos hoy en día. Y debe tener el sabor de la hoja de laurel.

Ahora, sentado en una de las piedras más altas, justo debajo de un pequeño río, el Jueves del Aleph se siente extasiado de la contundencia y belleza de dicho fragmento, y se dispone a reflexionar sobre las reflexiones que muchos deben haber reflexionado al leer este texto:

  • Si, es cierto, se puede identificar al ser amado de otra persona, así aun no sea su ser amado.
  • Es una idiotes, ni siquiera los seres ya amados se pueden identificar.
  • Los poetas son masoquistas, viven y aman el dolor y el sufrimiento.
  • Las caras infantiles son hermosas.
  • Disfrutar una cara infantil es de pedófilos.
  • Una cara infantil no es sombría.
  • Una cara sombría no es infantil.
  • ¿Que carajo es una cara sombría, que está a la sombra?
  • Nadie está destinado a hacer sufrir.
  • Conozco mujeres que están destinadas a hacer sufrir.
  • Me encantan las mujeres que están destinadas a hacer sufrir.
  • No quiero sufrir, pero quiero una así.
  • Quememos a las mujeres que de rostro sombrío e infantil.
  • Los poetas no existen.
  • Espero que su fealdad no sea una verruga peluda en su cara.
  • Que texto tan hermoso, completamente idílico.
  • El amor es algo grandioso.
  • El pobre se estrellará.
  • mmm, hoja de laurel.
  • Guácala, hoja de laurel.
  • ...

Y ahora, el Jueves del Aleph, un poco cansado, decide darle paso al resto de lectores de este blog, para que ellos continúen la infinita lista de las cosas que pensaron, o que cualquier otro pudo pensar, al leer este texto.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

aqui una interpretacion corta y un poco salida de contexto (pero solo un poco)

el jueves de aleph se metio una trabada de hongos con hojas de laurel que ni para que te cuento

kxi dijo...

La gente de nombres raros tiene gustos raros

Mauro Z dijo...

mmm, hongos con hojas de laurel